Clemente Nicado, Publisher
La feliz idea de que el COVID-19 iba a pasar en unos pocos meses a la historia se esfumó muy rápido nada más que llegaron las nuevas malas de retomó fuerza y sigue haciendo estragos entre nosotros.
Las cifras de contagio registran un repunte, mientras las autoridades advierten de medidas más estrictas para evitar que Illinois vuelva a tener los números preocupantes que vivió en mayo.
La llegada del verano ha hecho que los habitantes de Chicago salgan a las calles tratando de vencer los rigores de los meses en que la ciudad vivió medidas estrictas para cortar la propagación del covid-19, pero el resurgimiento en los contagios ha llevado a las autoridades a repensar los beneficios que se concedieron al entrar en la fase 4.
A lo largo de julio las cifras de nuevos contagios han ido escalando hasta llegar a superar los mil casos en varios días según las estadísticas oficiales de los responsables de salud de Illinois, aunque afortunadamente todavía muy lejos de regresar al pico de 4.014 casos que se presentó el 12 de mayo.
Pero números como los 1.195 casos registrados el 11 de julio y 1.384 casos el 17 de julio, nos recuerdan que el covid 19 sigue muy presente y no podemos descuidarnos subrayando la necesidad de mantener medidas de prevención como el lavado de manos frecuente, el distanciamiento social (no acercarse a los demás a menos de 6 pies, es decir dos metros), el uso de la mascarilla y el evitar aglomeraciones o eventos multitudinarios.
Afortunadamente el repunte en contagios no se ha reflejado de forma consistente con un aumento de muertes en los niveles de otros meses, pero el mapa de coronavirus de Illinois ha vuelto a dibujarse en un rojo intenso como seña de máxima alerta en el país.
Los casos de Illinois siguen concentrados de lejos en el condado de Cook, que comprende la mayor parte del área urbana de Chicago, con un total de 101.000 contagios desde que empezó la pandemia. Esa cifra representa casi el 60% de los más de 169.000 casos registrados en el Estado desde marzo pasado.
Este escenario pudiera complicarse aún si las personas no usan la máscara protectora. “Necesitamos que cada negocio, que cada persona ponga de su parte, tome medidas más agresivas, usen cubrebocas, eviten actividades en grupo y comportamientos riesgosos» advirtió la doctora Ngozi O. Esike directora del Departamento de Salud Pública de Illinois. Estamos con ella.
Frustrado por la mortífera indisciplina, Prizker califió a los “sin máscara” como enemigos en la lucha contra el COVID-19. Son personas que no solo ponen en riesgo sus vidas, sino que demanera negligente ponen el riesgo a todos nosotros. En realidad, una palabra bastante exacta para describirlos.
Clemente Nicado
Publisher & Editor in Chief
Nicado Publishing|An MBE Company
Latino Publisher of the Year-2018
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