Un grupo de voluntarios con habilidades en artes marciales y defensa personal organiza recorridos tanto en trenes como en autobús de CTA para detener la ola de violencia que se incrementó en el transporte público de Chicago.
El grupo, llamado “los interruptores de la violencia”, se distinguen por usar uniformes de colores y no utilizar armas. Los voluntarios están a la orden de CTA y aclaran que no son policías ni vigilantes.
En entrevista con Telemundo, Demetrius Whitney, uno de los voluntarios, aseguró que “los interruptores de la violencia” están dispuestos “a saltar delante de una bala”, e incluso “a morir por la justicia”, pero no es su plan herir a alguien.
El grupo se formó debido al incremento este año de los delitos en el transporte público de la ciudad en un 17%, en comparación con el mismo periodo del año anterior, según dijeron. Como primera acción, los interruptores de la violencia harán recorridos en la línea roja del tren, entre las estaciones Howard y la 95th.
Al menos 10 voluntarios desarmados pero entrenados en artes marciales, viajarán por las estaciones de la CTA, y en sus recorridos buscaran neutralizar cualquier situación violenta que se presente. Cada uno de ellos cumplirá un turno de ocho horas
“La tercera parte de los integrantes del grupo son cinta negra, también hay gente entrenada en el Ejército y la Marina, así que cada uno sabe cómo actuar y cómo neutralizar una situación de violencia”, comentó a la televisora André Hart, otro voluntario.
El grupo reconoce la labor de la ciudad y del Departamento de Policía de Chicago para combatir el crimen, considera que en esta tarea la participación de activistas es necesaria, y aspira a reunirse con las autoridades para coordinar esfuerzos.