Un estudio de un profesor de la Universidad de Chicago especializado en temas de pobreza y desigualdad, señala que tras la pandemia más habitantes del Estado estarán en la pobreza por una deficiencia en la distribución de las ayudas federales.
Hispanic News Agency (HINA)-
Al profesor Bruce D. Meyer, un experto de la Escuela de Políticas Públicas de la Universidad de Chicago, las cuentas no le cuadran: mientras en Illinois –con una población superior a los 12,6 millones de personas-, se han aprobado apenas 120.000 apoyos con cheques semanales durante la pandemia de COVID-19, en Michigan –con menos de 10 millones de habitantes- esos auxilios llegan a más de 680 mil familias.
Meyer dice que para muchas personas el acceder a los beneficios federales durante la pandemia es lo que hace la diferencia entre caer o no en la pobreza y subraya que es muy preocupante que la distribución de las ayudas no se haga con la misma eficiencia en Illinois que en otros estados de EEUU.
“Estos beneficios, son la diferencia para muchas personas de mantenerse por encima o caer debajo del umbral de la pobreza”, dice Meyer que se doctoró en economía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y lleva décadas investigando la incidencia de las políticas públicas en contrarrestar la pobreza y la desigualdad.
Según se concluye de sus investigaciones, la forma ineficiente como se están entregando las ayudas federales al desempleo en Illinois, seguramente provocarán que al terminar la crisis sanitaria haya más habitantes del Estado en situación de pobreza.
“Illinois no lo está haciendo tan bien como otros estados y hay cientos de miles de personas que deberían recibir estos cheques semanales y no los están obteniendo”, manifiesta Meyer. La conclusión dolorosa a la que llega es que «la pobreza y las privaciones realmente van a aumentar» tras la pandemia del coronavirus.
Esos cheques semanales no sólo benefician a quienes los reciben, pues son la forma como estas personas pueden pagar sus gastos de alquiler, comprar alimentos o vestuario básico.
Por lo tanto, son recursos que no se quedan en las manos de quienes reciben directamente los cheques sino que van a parar a los pequeños negocios de las comunidades en las que viven los beneficiarios. Las peluquerías, los almacenes, los panaderos: todos los comerciantes se benefician si se logra mantener la circulación de dinero en sus vecindarios.
La experiencia del Covid-19 ha sido traumática para todos, pero sus efectos varían de forma dramática entre las diferentes comunidades según variantes que incluyen la raza, la desigualdad de ingresos y las políticas fiscales que se apliquen, sostienen los expertos universitarios.
Para muchas comunidades la muerte y el desempleo serán los efectos más visibles, mientras que para otras la pérdida de ingresos y la capacidad para pagar las deudas serán las afectaciones principales.
Y las bajas cifras de cheques entregados en Illinois significan que hay mucha gente esperando la ayuda, señala Meyer quien dice estar “decepcionado y preocupado por la incapacidad del estado para hacer llegar estos beneficios vitales a su población”.