Redacción ECH
El presidente Donald Trump anunció que Estados Unidos aplicará un arancel del 50 % a los productos brasileños a partir del primero de agosto, según una carta enviada el miércoles al Gobierno de Brasil. En el comunicado, Trump justifica la medida señalando tanto el proceso judicial contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro como supuestas acciones del país sudamericano que perjudicarían a empresas tecnológicas estadounidenses.
Este arancel del 50 % es el más alto anunciado hasta ahora dentro de la reciente serie de cartas que Trump ha enviado a líderes mundiales en los últimos días, como parte de su renovada ofensiva comercial. La medida se da después de que el mandatario postergara la implementación de sus llamados “aranceles recíprocos” hasta el primero de agosto. Inicialmente, estos aranceles iban a entrar en vigor el miércoles pasado, pero habían sido suspendidos desde abril.
En paralelo, Trump también comunicó el miércoles por la noche, a través de redes sociales, que impondrá un arancel del 50 % a las importaciones globales de cobre a partir de la fecha mencionada. Según explicó, tomó esta decisión tras recibir un informe de seguridad nacional que destacaba la importancia estratégica de este metal para la economía y la defensa estadounidenses.
Estrategia de Trump
La decisión de Trump se enmarca en su estrategia de presionar a los socios comerciales de EE. UU. mediante aranceles unilaterales, argumentando razones de seguridad nacional, proteccionismo económico o represalias políticas. En el caso de Brasil, la inclusión del juicio a Bolsonaro como motivo de sanción comercial es inusual, ya que conecta un asunto judicial interno de otro país con decisiones comerciales de EE. UU.
Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil y aliado político ideológico de Trump, enfrenta procesos legales en su país por diversas causas, incluida su presunta participación en desinformación electoral y ataques a la democracia. Trump podría estar utilizando esta situación como símbolo de rechazo hacia lo que él califica como persecución política de líderes afines a su agenda.
La mención a las empresas tecnológicas estadounidenses podría estar vinculada a regulaciones brasileñas que afectan a compañías como Meta (Facebook), Google o X (antes Twitter), que han sido objeto de sanciones o requerimientos judiciales en Brasil, sobre todo en temas de desinformación y contenido político.
En conjunto, estas acciones de Trump parecen tener tanto motivaciones económicas como políticas, y reflejan una intensificación de su retórica nacionalista en materia comercial, justo en un momento en que busca consolidar apoyo en su campaña presidencial para 2024.
