SpaceX de Elon Musk retrasó una vez más el lanzamiento de un cohete que debía llevar 57 mini-satélites al espacio, como parte de un plan de la empresa para construir en órbita su propio sistema de internet de alta velocidad a nivel mundial.
La misión ya había sido pospuesta el pasado 8 de julio, cuando a través de Twitter la compañía explicó que la suspensión se debía al clima. El cohete Falcon 9 también debía transportar dos satélites de BlackSky, un cliente de SpaceX, según reportes de prensa.
El vuelo abortado este sábado significaba el tercer lanzamiento del satélite Starlink de SpaceX en menos de dos meses. La empresa con sede en California ha recibido hasta ahora autorización de Estados Unidos para lanzar 12,000 satélites en diferentes órbitas y ha solicitado el lanzamiento de hasta 30,000 más.
El objetivo de SpaceX es controlar una gran parte del futuro mercado de internet desde el espacio. Varios rivales tienen la misma ambición, incluida la startup OneWeb, con sede en Londres, y el gigante estadounidense Amazon, cuyo Proyecto Kuiper está mucho menos avanzado.
SpaceX lanzó en marzo su transbordador espacial, fabricado para llevar astronautas a la Estación Espacial Internacional, en una primera etapa, y en un futuro cercano establecer viajes privados turísticos.