El exconcejal de La Villita Ricardo Muñoz recibió una sentencia de 13 meses de prisión por robar casi 38,000 dólares de un fondo que administraba tras utilizarlo en el pago de eventos deportivos, viajes, comidas, joyas y otros gastos personales.
Muñoz, de 56 años, se declaró culpable en septiembre pasado de 15 cargos de fraude electrónico y lavado de dinero, y admitió que tomó efectivo del Caucus de Reforma Progresista de Chicago (CPRC) para gastos propios, como excursiones de paracaidismo y la matrícula universitaria de un familiar.
Al condenar al exconcejal del Distrito 22 a prisión, el juez federal John Kness dijo que una pena que no conllevara a la cárcel sería enviar un mensaje equivocado a la comunidad, “un mensaje negativo”.
Antes de escuchar su sentencia, Muñoz contuvo las lágrimas, habló de sus hijos y su trabajo en el Distrito 22, y le dijo al juez Kness: “Humildemente le pido clemencia”. Reconoció que su vida cambió drásticamente: “Lo que hice estuvo mal. Me avergüenzo. Ahora soy un delincuente convicto”.
En tanto, su abogado Richard Kling expresó durante la audiencia de sentencia que si bien las figuras públicas deberían actuar con un patrón de conducta más alto, eso no sucede. Mencionó, entre otros ejemplos de personalidades políticas con similar comportamiento, al exgobernador de Illinois Rod Blagojevich.
Kling, quien abogó por una sentencia leve para Muñoz, insistió en que no será la última vez que las cortes federales de Chicago “vean político tras político continuando con el mismo comportamiento”, por lo que enviar a Muñoz a prisión no disuadirá al próximo corrupto.
El juez Kness dijo más tarde: “No estoy de acuerdo en que, debido a una corrupción pública que es continua y persistente, aparentemente, debo cruzar las manos y no sentenciarlo a prisión porque no servirá de nada”.
Kness, que sentenció a Muñoz en la Corte Federal de Dirksen, agregó: “La gente necesita saber que las figuras públicas están sujetas a un estándar más alto. Y que si no quería tener un estándar más alto, no debería postularse seis veces para concejal”.
Muñoz tomó exactamente 37,891 dólares del comité de acción política del CPRC, del cual era presidente y tesorero, incluyendo 16,000 que transfirió en octubre de 2016 a una cuenta conjunta que tenía con un familiar. Luego usó 15,254 de esa cuenta para pagar la matrícula universitaria de su pariente fuera del estado.
Entre los gastos personales que pagó con el dinero del caucus están: 169 dólares por boletos para un juego de hockey de Los Angeles Kings, 265 por una habitación en el Crowne Plaza Hotel en L.A, y 160 en artículos de la tienda Lover’s Lane en West Dundee, según los cargos.
Además, compró joyas, mancuernillas, ropa de mujer, tres iPhones y accesorios de Apple, viajes aéreos y excursiones de paracaidismo. El desfalco lo hizo con retiros directos de efectivo de la cuenta del comité, y transfiriendo algunos fondos de CPRC a otro fondo político que controlaba, Citizens for Munoz, y luego a su cuenta corriente personal.
En 1993 el alcalde Richard M. Daley lo nombró concejal, convirtiéndose en el más joven en ese momento, y después en el latino con más tiempo en el cargo. Muñoz tuvo como mentor a Jesús “Chuy” García en su carrera política, y trazó un rumbo independiente durante su pertenencia al Concejo Municipal.
En 2010, confesó su alcoholismo seis meses antes de las elecciones del ayuntamiento, y obtuvo la reelección en su cargo dos veces.