Desde 2019 a la fecha, la ciudad de Chicago ha registrado un total de 5,952 quejas por mordeduras de perro, cifra que se redujo su registro anual durante la pandemia.
En este año este tipo de incidentes aumentaron hasta alcanzar las 1,054 quejas a mediados de octubre del 2023.
En 2022, Chicago ocupó el octavo lugar entre las principales ciudades de Estados Unidos en cuanto a carteros atacados por perros. Además de la falta de control de mascotas, otro de los problemas en la ciudad, son los perros callejeros.
Los barrios con el mayor número de quejas por mordeduras de perro están en los lados oeste y sur. Hasta octubre, el Lower West Side, que incluye la mayor parte de Pilsen, registró la cifra mayor de quejas, con 260, y en segundo lugar Austin, 252, indica un análisis del portal informativo WBEZ.
“Cuando las comparas con lugares como Lake View, donde hay casi una tienda de mascotas en cada esquina y veterinarios por toda el área, en Austin no hay todos estos recursos para mascotas”, dijo Armando Tejeda, portavoz de Cuidado y Control Animal de la ciudad (ACC, según sus siglas en inglés).
Tejeda explicó que las mordeduras de canes afectan más a los lados sur y oeste, áreas que carecen de parques y tiendas para mascotas, así como otros recursos, incluyendo espacios públicos donde los perros puedan estar sin correa.
La elevada cifra de mordeduras de perro tiene una explicación, según Jonathan Polich, entrenador de perros de la Universidad K9 de Chicago, “con frecuencia se deben al miedo a los estímulos o al entorno en el que se encuentra el perro, pero el entrenamiento y la socialización pueden ayudar a prevenir el mal comportamiento”.
En una consulta que realizó ACC casa por casa, los residentes de Austin solicitaron clínicas de vacunas, microchips, tiendas de mascotas y espacios comunitarios donde los dueños de perros puedan encontrarse. La agencia municipal planea ofrecer a los residentes de esas zonas correas y collares gratuitos.
Flavia Rodríguez / El Chicago Hispano