Los refugios temporales abiertos por la ciudad también incluyen universidades y escuelas cerradas.
Funcionarios de la ciudad elaboran un plan para trabajar con grupos sin fines de lucro en la administración de sus refugios temporales para solicitantes de asilo, un cambio de estrategia a partir de una propuesta de los defensores de inmigrantes y de las denuncias sobre los delitos que ocurren en esos sitios.
En una audiencia del Comité de Derechos de Inmigrantes y Refugiados del Concejo Municipal, representantes del Departamento de Familia y Servicios de Apoyo de la ciudad (DFSS) informaron que publicarán en breve acuerdos de colaboración con los grupos comunitarios.
Las organizaciones sin fines de lucro podrán postularse para hacerse cargo de las operaciones en un refugio financiado por la ciudad o solicitar fondos para continuar administrando los refugios que establecieron por su cuenta, dijo Brandi Knazze, comisionada del DFSS.
En tanto, la ciudad firmó un contrato para reservar completamente por lo que resta del año el Super 8 Motel, ubicado en 7300 N. Sheridan Road. Este es el refugio de emergencia número 15 que se abre a la fecha en Chicago para hospedar a los inmigrantes.
El motel, ubicado en el lado norte de la ciudad, que en alguna otra ocasión se alquiló como vivienda temporal para personas sin hogar, tiene una capacidad para 250 personas; para su ocupación se dará prioridad a familias con niños, informó el municipio.
Los refugios temporales abiertos por la ciudad también incluyen universidades, escuelas cerradas y construcciones en parques. “Son instalaciones ideales por el número de personas que pueden atender, en buenas condiciones y disponibles para su activación en un corto período”, indicó Knazze.
Entre los refugios emergentes recién abiertos se encuentra el Broadway Armory Park de Edgewater, con capacidad para 250 personas. Su ocupación ha generado críticas de los vecinos por la obstrucción de los programas de verano, que se trasladaron a otras instalaciones del parque o concluyeron antes de tiempo.
La mayor parte de los sitios designados se enfrentan a protestas de los residentes del área, en el caso de los parques por la alteración en los servicios de verano, y en todos, por discrepancias en la respuesta de emergencia para los inmigrantes frente a una larga crisis de personas sin hogar del vecindario.
A la par, voluntarios y grupos comunitarios que ya atienden a los inmigrantes han propuesto a la ciudad un trabajo conjunto para albergar a más solicitantes de asilo, potenciar la ayuda y lograr la autosuficiencia, aprovechando su experiencia manejando sus propios refugios.
Por ejemplo, las iglesias en Lincoln Park y Albany Park han convertido espacios en viviendas temporales para solicitantes de asilo; además, una coalición de voluntarios de ayuda mutua en Pilsen transformó en mayo un almacén en un refugio llamado “Todo para todos”, que da alojamiento a 200 inmigrantes.
El acuerdo entre la ciudad y las organizaciones sin fines de lucro establece que el municipio seguirá brindando alimentos, recolección de basura y asesorías en los sitios administrados por los grupos, mientras que en los refugios de voluntarios otorgaría fondos para personal, alimentos y otro tipo de apoyo.
Parte del objetivo de asociarse con grupos comunitarios es terminar con los contratos con Favorite Staffing Healthcare, que actualmente administra los refugios. La ciudad también valoró las quejas de concejales sobre delincuencia, con denuncias por anarquía, tráfico sexual, drogas y reclutamiento de pandillas.
A casi un año del inicio del envío de los primeros autobuses con inmigrantes desde Texas a Chicago, la necesidad de atención no disminuye en la ciudad. Tan solo de mayo a junio de este año se recibieron 57 autobuses con más inmigrantes, además de una cantidad significativa de ellos por vía aérea.
La cifra total de solicitantes de asilo recibidos desde agosto pasado supera los 11,500. Más de 800 personas aún viven en estaciones de policía en espera de alojamiento, aunado a otras 100 que permanecen en el aeropuerto O’Hare. Los inmigrantes proceden de países del centro y sur del continente americano, la mayoría de Venezuela.