Los concejales y un grupo de restauranteros llegaron a un acuerdo para eliminar el salario inferior al mínimo que reciben estos trabajadores.
El Concejo Municipal votará los primeros días de octubre un plan para mejorar el salario de los trabajadores de la ciudad que reciben propinas, a fin de elevar gradualmente, en un periodo de cinco años, el actual monto de $9,48 por hora al mínimo general de $15,80.
Los concejales y un grupo de restauranteros llegaron a un acuerdo para eliminar el salario inferior al mínimo que reciben estos trabajadores. La ordenanza prevé que los aumentos anuales serán del 8% y empezarían en julio próximo.
La medida, una promesa de campaña del alcalde Brandon Johnson, se aprobó en comisión como un “plan de compromiso” que establece cinco años para que los restaurantes implementen gradualmente salarios más altos para sus trabajadores que reciben propinas.
Con una votación de 9 a 3, el Comité de Desarrollo de la Fuer- za Laboral del Concejo Municipal aprobó un compromiso que daría a los restaurantes de Chicago cinco años para absorber el aumento del 66% en los costos laborales. La ordenanza pasó a discu- sión del pleno.
El salario mínimo de Chicago para la mayoría de los trabajadores es de $15,80 por hora a partir del 1 de julio de este año. Pero a los trabajadores que reciben propinas se les paga un salario inferior al mínimo de entre $9 a $9,48 según el tamaño de la empresa.
El plan establece que a partir del 1 de julio de 2024, los salarios de los trabajadores que reciben propinas aumentarían 8%, para después incrementar un 8% cada año hasta alcanzar el salario mí- nimo completo de la ciudad en 2028, el cual se ajusta anualmente en función del costo de vida.
La ordenanza “Un salario justo” tiene como objetivo mejorar la situación de los trabajadores que actualmente obtienen solo el 60% del salario mínimo general de Chicago, de tal forma que tengan la misma tarifa por hora de $15,80, además de las propinas.
En un comunicado, la oficina del alcalde calificó la medida como “un gran paso para ofrecer un salario justo a los trabajadores, muchos de los cuales son mujeres negras y morenas que son cabezas de familia y anclas de sus comunidades”.
Al respecto, el presidente de la Asociación de Restaurantes de Illinois, Sam Toia, dijo no estar de acuerdo con la medida, debido a un probable aumento de los costos laborales, sin embargo, consideró que su gradual adopción en cinco años permitirá adaptarse a una nueva realidad financiera.
De acuerdo con un análisis, en los siete estados que se eliminó el salario menor para quienes reciben propinas aumentaron los ingresos de esos trabajadores, según Saru Jayaraman, director del Centro de Investigación Laboral Alimentaria de la Universidad de California en Berkeley.