Ambos candidato se miden en una segunda vuelta que se celebra este 4 de abril
El Chicago Hispano
A escasos días de la segunda vuelta por la alcaldía de Chicago, el 4 de abril, los candidatos Paul Vallas y Brandon Johnson se enfrentan en unas reñidas elecciones que definirán las minorías indecisas más que los apoyos que han hecho organizaciones y representantes de las mismas.
En las elecciones municipales del 28 de febrero, Vallas, exdirector ejecutivo de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS), quedó en primer lugar de nueve candidatos a la alcaldía al recibir el 33% de los votos y ganar casi 500 precintos, En tanto, Johnson, exmaestro de escuela, obtuvo el 22%.
Una vez que eliminaron de la contienda a la actual alcaldesa Lori Lightfoot, ambos candidatos finalistas se han dedicado a definir sus propuestas en los temas de mayor importancia, como el combate al crimen, la educación y los ingresos de la ciudad, además de atender debates y buscar respaldos.
Ninguno de los contendientes tiene ventaja sobre el otro, ni siquiera el voto asegurado de sus respectivos grupos étnicos, como sería Vallas con los blancos y Johnson con los afroamericanos. En este escenario los votantes latinos son decisivos, según analistas políticos.
Si bien los dos mantienen el apoyo que los fortaleció, Vallas de la Orden Fraternal de Policías, amplias áreas blancas de la ciudad, los lados noroeste, suroeste y el Loop, mientras que Johnson del Sindicato de Maestros y comunidades afroamericanas, requieren de un mayor porcentaje del voto de las minorías en la segunda vuelta.
Vallas cuenta con el respaldo de un amplio sector de latinos, lo que demostró en las elecciones del 28 de febrero y ha sumado el voto de varios concejales, incluyendo a cinco del Black Caucus; y figuras públicas como el exsecretario de Estado de Illinois, Jesse White, o el exsuperintendente de educación, Gery Chico.
En tanto, Johnson tiene, entre otros, los votos del representante federal Jesús ‘Chuy’ García, del senador federal Bernie Sanders, del activista Jesse Jackson, y de legisladores estatales, incluso latinos. No obstante, para ganar requiere aumentar el apoyo de la comunidad afro, al menos en un 80% de su voto.
Aun cuándo ambos han acumulado en las últimas semanas una gran cantidad de respaldos de funcionarios electos, sindicatos y otros grupos, los analistas prevén que, como siempre sucede en las elecciones de Chicago, serán los votantes hispanos y los que residen frente al lago los que desempatarán la reñida contienda.
Y en cuanto al apoyo financiero, en las últimas tres semanas Vallas reunió más de $5.6 millones en donaciones de campaña, en gran parte de propietarios de negocios e inversionistas adinerados, mientras que Johnson recibió más de $3.7 millones, la mayor parte procedente del sindicato de maestros.
Algunos datos más de Brandon Johnson lo ubican como residente del vecindario de Austin, y actual comisionado del condado de Cook, representando áreas del West Side y los suburbios, además de un organizador del Sindicato de Maestros de Chicago.
Paul Vallas, por su parte, se postuló para alcalde en 2019, para gobernador en 2002 y vicegobernador en 2014, como compañero de fórmula del demócrata Pat Quinn. También fue director de presupuesto de Chicago de 1990 a 1993 con el exalcalde Richard M. Daley, quien lo nombró director de CPS.
En sus propuestas, los dos candidatos han mostrado marcadas diferencias en temas como la educación, la seguridad y las finanzas de la ciudad. Respecto a la reducción del crimen, asunto de mayor importancia para los votantes, Vallas se comprometió a contratar más policías mientras que Johnson propuso invertir en las comunidades para disminuir la delincuencia.