El presidente Joe Biden presentó un plan de $2 billones de dólares para transformar la infraestructura de Estados Unidos hacia una economía verde, el cual definió como “la mayor inversión en empleos en el país desde la Segunda Guerra Mundial”.
La propuesta es una combinación de gastos y créditos fiscales para invertir en la reconstrucción de 20,000 millas de carreteras, reparaciones de puentes, eliminación de tuberías de plomo de los suministros de agua, entre otros proyectos que generarán 19 millones de puestos de trabajo, y fortalecerán la competitividad.
Para financiarlo, Biden propone revertir recortes de impuestos de la era Trump y aumentar la tasa impositiva corporativa del 21% actual al 28% así como el impuesto mínimo global de 13% al 21% a multinacionales que obtienen y registran ganancias en el extranjero, lo que estimó un impulso para que las empresas inviertan y produzcan más en el país.
El gasto en el plan sería durante ocho años, y los aumentos de impuestos compensarían los costos en 15 años, lo que permitiría una eventual reducción del déficit presupuestario. Biden dijo estar abierto a otras ideas para financiarlo, “siempre que no sea imponer aumento de impuestos a las personas que ganan menos de $400,000”.
El plan cubre una amplia gama de proyectos de infraestructura física en áreas como el transporte, la banda ancha, red eléctrica, agua potable, y vivienda, así como la reactivación de industrias clave. Además, promueve la igualdad racial en la economía, con mejores salarios y capacitación, e incluye $ 400,000 para la atención de adultos mayores y discapacitados.
El plan prevé acelerar la lucha contra el cambio climático orientando el uso de energías nuevas y más limpias, particularmente trasformando las dos fuentes más grandes de contaminación por gases de efecto invernadero: los automóviles y las plantas de energía eléctrica.
En este sentido, se apuesta al uso de automóviles eléctricos, que hoy representan solo el 2 % de los vehículos, por lo que el plan destina $174,000 millones para fomentar la producción y venta en esta industria. Se incluye en el apoyo la construcción de medio millón de estaciones de carga de electricidad para autos.
Entre los proyectos hay también $ 180 mil millones para investigación y desarrollo; la electrificación del 20 % de la flota de autobuses escolares amarillos del país; $ 45 mil millones para garantizar que ningún niño beba agua de una tubería de plomo, hasta inversión en vacunas para futuras pandemias.