Pugna por las vacunas en la policía

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El Chicago Hispano

 

En el más reciente capítulo del conflicto antivacunas que protagonizan policías de Chicago, un juez del condado de Cook detuvo de manera temporal una parte del mandato de vacunación del municipio y ordenó a funcionarios de la ciudad y a los sindicatos inconformes a negociar.

 

También fracasó un intento en el Concejo Municipal de rescatar una ordenanza que anulara la disposición de la alcaldesa Lori Lightfoot que obliga a todos los trabajadores de la ciudad a inmunizarse contra el Covid-19.

 

De acuerdo con el juez a cargo del caso, los policías aún deben informar su estado de vacunación y cumplir con las pruebas si no están completamente vacunados, o la ciudad puede ordenar medidas disciplinarias contra ellos. Solo la fecha límite del 31 de diciembre para recibir la dosis quedó en suspenso a la espera de las negociaciones.

 

En tanto, algunos concejales partidarios de la Orden Fraternal de la Policía, el sindicato inconforme, intentaron en una reunión especial revivir una ordenanza para ayudar a derogar el mandato de las vacunas, y transferir la decisión al Ayuntamiento, pero la acción fue rechazada con una votación de 30 a 13.   

 

Chicago exige a todos sus empleados que informen si están vacunados contra Covid-19, y ha aplazado la fecha límite para hacerlo, mientras que la Orden Fraternal de la Policía alienta a los oficiales a desafiar la disposición y trasladar su batalla a los tribunales para frenarla. 

 

El mandato establece que todos los trabajadores de la ciudad deben compartir su estado de vacunación. Si no están vacunados, deberán someterse a pruebas dos veces por semana hasta el 31 de diciembre, fecha límite para estar completamente inmunizados o enfrentar medidas disciplinarias.

 

Bomberos de Chicago y otros empleados intentaron sumarse a “la resistencia antivacunas” que mantienen decenas de policías, sin embargo, un juez federal les negó el permiso para bloquear el mandato de vacunas.   

 

En días pasados, el municipio sancionó con la retención de su salario a 35 policías que se negaron a revelar su estado de vacunación, y 21 agentes fueron destituidos de sus poderes policiales por su actitud. La mayoría de ellos ya regresó a su trabajo.

 

De acuerdo con la oficina de la alcaldesa, más del 86 por ciento de todos los empleados de la ciudad de Chicago ya informaron sobre su estado de vacunación. La mayor cifra de incumplimiento es del Departamento de Policía, con 3,435 trabajadores, de los 12,758, que no han cumplido, casi el 27%. 

 

El segundo departamento que menos ha cumplido con la disposición es el de Bomberos. De los 4,829 empleados, 550 aún no informan sobre su estatus de vacunación.

 

El mandato de vacunación ha provocado un enfrentamiento entre los funcionarios de la ciudad y la Orden Fraternal de Policía, el sindicato más grande de policías. Entre demandas e intercambios de insultos, ambos bandos mantienen firme su posición.

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