Redacción El Chicago Hispano
Chicago debería conservar disponibles 14,175 camas para personas que necesiten albergue y crear un nuevo centro de admisión que permanezca abierto en todo momento, ya sea para migrantes o individuos sin hogar, en un sistema de refugios unificado, recomienda un informe de instancias involucradas.
El documento de 23 páginas precisa que la ciudad debería congelar el número de camas disponibles a la fecha en los refugios hasta que un análisis posterior determine cuántas se necesitarían bajo un nuevo esquema que fusionaría los servicios que hoy se otorgan a inmigrantes recién llegados e individuos sin techo.
A principios de septiembre, había más de 5,463 inmigrantes recién llegados alojados en 17 refugios administrados por la ciudad y 11,175 camas vacantes, mientras que, en junio, se tenīa un registro de 13,679 personas sin hogar y sólo 3,000 camas ocupadas en refugios, según datos del Departamento de Servicios Familiares y de Apoyo.
El informe, llamado “One System”, es producto de conversaciones entre grupos de trabajo de representantes comunitarios, servicios sociales y agencias del Gobierno involucrados en el tema, que elaboraron una lista de recomendaciones para abordar la demanda de refugio de diversos tipos de residentes de la ciudad.
Las recomendaciones incluyen agilizar la recopilación de datos, habilitar un centro que permanecería abierto las 24 horas para las personas que buscan refugio, e implementar un estándar de atención en todos los refugios y centros comunitarios donde las personas puedan buscar apoyo en materia laboral y legal.
En un reciente encuentro de estos grupos para discutir las recomendaciones se destacó que ambas poblaciones demandantes de refugio enfrentan obstáculos similares, y en los últimos dos años, aumentó el número de personas que enfrentan inseguridad habitacional en la ciudad.
Algunos puntos que se discutieron como dificultades para hacer realidad la iniciativa incluyen la necesidad de contar con la aceptación de las comunidades a la apertura del centro propuesto, debido a que la experiencia muestra los desafíos que implican abrir nuevos refugios sin el apoyo de los residentes.
Después de la reunión, la vicealcaldesa de derechos inmigrantes, migrantes y refugiados, Beatriz Ponce de León, dijo a los periodistas que la ciudad no se ha comprometido a implementar todas las recomendaciones, pero creará un plan de cinco años para terminar con la falta de vivienda en la ciudad.
Participaron en la definición de las recomendaciones más de tres docenas de empleados del Gobierno local y estatal, grupos comunitarios y organizaciones de servicio social, como Matthew House, Lawndale Christian Health Center, la Alianza Venezolana y All Chicago Making Homelessness History, entre otras.