Redacción El Chicago Hispano
El Distrito de Parques de Chicago comenzó a aplicar una regla que prohíbe dejar artículos en los parques, lo que implica retirar los juguetes donados por familias a los espacios de juego infantiles. La medida generó inconformidad.
Los padres de niños pequeños que frecuentan parques públicos en varias partes de la ciudad se encontraron este verano con el retiro de los juguetes con los que acostumbran entretenerse sus hijos y levantaron la alarma al creer que se trataba de un acto de vandalismo.
Sin embargo, en varios vecindarios corrió el rumor de que el distrito decidió retirar los juguetes debido a que alguien se había herido con uno de ellos. La agencia local confirmó la situación al aclarar, a través de un vocero, que la limpieza es en repuesta a informes de lastimaduras por juguetes y otros objetos abandonados.
El permiso para donar juguetes y otros materiales en los parques existe desde hace varias décadas, con algunas modificaciones en 1981 y 1992, según funcionarios del distrito. Desde finales de marzo, la agencia local colocó letreros temporales para avisar a los visitantes de que cualquier juguete que se dejara sería retirado.
Los equipos del Distrito de Parques comenzaron a retirar los juguetes la semana del 17 de junio, incluyendo los ubicados en chapoteaderos y areneros, lo que provocó malestar en las familias visitantes.
Mueren las cigarras
Como lo predijeron los expertos, las cigarras periódicas empezaron a extinguirse a finales de junio, convirtiéndose en millones de insectos muertos en la ciudad, los suburbios de Chicago y el norte de Illinois, y ahora pueden ser un fertilizante para los suelos.
En tanto, los huevos que dejaron después de su apareamiento eclosionarán en cinco a siete semanas, para regresar al interior de la tierra, donde se alimentarán de las raíces de los árboles y cumplirán un nuevo ciclo de vida de 13 o 17 años, según la especie.
Los científicos de Morton Arboretum, quienes estuvieron pendientes de las dos nacidas de cigarras que emergieron para cumplir sus ciclos, recomiendan a los residentes de las zonas visitadas aprovechar correctamente como fertilizante los cadáveres y exoesqueletos que dejaron.
Advierten que las cigarras muertas apestarán un poco a medida que se descompongan, por lo que recomiendan pasar una cortadora de césped sobre los cadáveres para ayudar a que ese proceso sea más rápido y se elimine el olor. También se pueden convertir en abono con malezas o pasto y hojas secas.
Como medida adicional sugieren observar que no haya daño en los árboles en cuanto se extingan las cigarras, debido a que las hembras ponen huevos cortando una hendidura en las hojas de los árboles, lo que puede secar sus ramas, aunque reconocieron que pocas veces se trata de daños graves.