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Programa de vacunas COVID-19 gratuitas vencerá en agosto

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Redacción El Chicago Hispano

El Programa Puente de Acceso (BAP), que proporcionaba dosis gratuitas de vacunas COVID-19, finalizará en agosto próximo, meses antes de lo esperado por los departamentos de salud locales debido a que la financiación autorizada por el Congreso federal para la pandemia está a punto de expirar.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), dicho programa era temporal y su final estaba planeado para diciembre, sin embargo, adelantarlo cuatro meses significa perder la financiación de las vacunas en la preparación para la temporada viral respiratoria de invierno, cuando las hospitalizaciones y las muertes tienden a aumentar.

En información distribuida, los CDC consideraron posible que muchas personas de bajos ingresos no puedan acceder a  vacunas contra el nuevo coronavirus y sus múltiples variantes. Si bien se formularán vacunas actualizadas contra estas cepas, ya no habrá fondos para la pandemia que garanticen que serán gratuitas.

Recordaron que cuando las vacunas COVID-19 entraron en el mercado comercial, el Gobierno federal presentó un programa para hacer que fueran accesibles a las personas con cobertura limitada o sin seguro médico. Ante la pérdida de ese programa las autoridades sanitarias se preocupan por un rebrote de los casos.

Desde el lanzamiento del Programa Puente de Acceso, en septiembre de 2023, se han proporcionado más de 1.4 millones de vacunas contra el COVID-19 gratuitas a través de farmacias minoristas, centros de salud comunitarios y departamentos de salud pública en todo Estados Unidos.

Los CDC confirmaron que cerca del 7.7 % de la población, o unos 25 millones de personas, siguen sin tener seguro médico. Entre los adultos mayores de 18 años, la cifra se ubica en el 11 % que carece de esa protección.

Además, millones de adultos tienen una frágil cobertura sanitaria a través de su empleador y muchos ganan demasiado para tener derecho a Medicaid. Las personas de esta categoría probablemente hubieran tenido dificultades para obtener la vacuna COVID-19 sin la financiación del programa BAP.

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