El Gobierno del presidente Joe Biden autorizó a los fiscales del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) a considerar la desestimación de los casos de ciertos inmigrantes que no cruzaron la frontera recientemente y que no son una amenaza para la seguridad pública.
La nueva guía enviada a los abogados de ICE se basa en las prioridades del Gobierno Biden puestas en marcha en noviembre pasado para enfocar sus esfuerzos en detener y deportar a extranjeros que representan una amenaza para la seguridad nacional, pública y fronteriza.
La instrucción del jefe de abogados del ICE, Kerry Doyle, anima a los fiscales a usar la “discreción procesal” cuando corresponda bajo el argumento de que «puede preservar los recursos gubernamentales limitados y lograr resultados justos y equitativos en casos individuales».