Una encuesta revela cifras preocupantes para el sector.
El Chicago Hispano
A medida que descienden las temperaturas, entre los dueños de restaurantes surge de nuevo la preocupación de experimentar un invierno complicado, solo que esta vez se adelantan en la búsqueda de soluciones.
The Center Square publicó datos recientes de una nueva encuesta de la Asociación Nacional de Restauranteros, la cual expone el recrudecimiento de la situación para el sector desde la aparición de la variante delta del coronavirus.
Por ejemplo, 6 de cada 10 clientes de restaurantes ahora son más reacios a comer fuera de lo que eran a principios de este año. Un 37 % de los encuestados dijo preferir la opción de comida para llevar y la entrega a domicilio en lugar de elegir cenas en interiores de locales y el 19% dejó de comer afuera por completo.
El cambio de rutina de los comensales y la cercanía del invierno han hecho que los empresarios de Illinois busquen protegerse con medidas de apoyo, una de ellas es la petición del reembolso del Fondo de Revitalización de Restaurantes del estado.
Sam Toia, presidente de la Asociación de Restaurantes de Illinois, declaró a The Center Square que se está presionando mucho en el tema de la recuperación del dinero del fondo para ayudar a los restaurantes a pasar el invierno, cubriendo salarios de sus trabajadores y el abastecimiento de productos.
“Incluso en los buenos tiempos, entre el 95 y el 97% de cada dólar que recibe un restaurante va directamente a la puerta para cubrir los costos laborales, los costos de los productos y los costos fijos”, dijo Toia.
El Fondo de Revitalización de Restaurantes es un programa de 28,000 millones de dólares que se estableció dentro del Plan de Rescate Estadounidense el invierno pasado, como ayuda por la pandemia a restaurantes, bares, camiones de comida y empresas de catering.
El fondo se quedó sin dinero en junio, y solo un tercio de los solicitantes recibió financiamiento. Actualmente se encuentra en el Congreso un proyecto de ley para su restablecimiento, la cual agregaría 60,000 millones de dólares adicionales y garantizaría que los restaurantes y bares que califiquen reciban subvenciones.
Otra situación que limita a los restaurantes son los mandatos del Covid-19, que restringen la cantidad de personas que pueden comer adentro, y que hacen que los planes de negocio de los restaurantes sean inviables, agregó Toia.
“Pones tu modelo de negocio junto con 200 asientos, y luego te reducen a 100 asientos. No va a funcionar”, reiteró. Para mantener sus puertas abiertas, los restaurantes se han apoyado en la entrega de pedidos que se recogen en la acera.
Además, desde el año pasado han recurrido a calentar sus patios, construir “iglús” y otras estructuras, a fin de ofrecer opciones para comer al aire libre, a pesar de los gélidos inviernos de Illinois, acciones que los empresarios repetirán este invierno.
“Entregar pedidos en la acera y los asientos al aire libre son las opciones que los restaurantes tienen hasta ahora cuando se trata de proteger la rentabilidad. Pero 90,000 restaurantes de todo el país cerraron sus puertas, y más ayuda federal es fundamental para salvarlos”, añadió Sam Toia.