El Chicago Hispano
La nueva moratoria federal de desalojo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que amplió el periodo del 31 de julio al 3 de octubre, ofrece más tiempo a millones de inquilinos afectados por la pandemia, solo que gran cantidad de ellos permanecen en la incertidumbre por lo ambiguo de las reglas.
Bajo la nueva prohibición de desalojo, los inquilinos en áreas que tienen “niveles sustancial y alto” de infecciones por coronavirus estarán protegidos contra el desalojo. De acuerdo con el mapa nacional de Covid-19 cerca del 80% de los condados del país se encuentran en esos niveles por el virus.
Una primera acción de quienes tienen necesidad de la moratoria es confirmar si residen en alguna de las áreas incluidas. Esta información la pueden verificar en la página web de los CDC y mantenerse informados de los cambios en su estado, recomiendan analistas, de acuerdo a publicaciones periodísticas.
Además, la protección bajo la nueva moratoria se podría perder si las infecciones por Covid-19 caen por debajo del nivel sustancial o alto durante 14 días consecutivos. En tal caso, las prohibiciones estatales de desalojo pueden cubrir a quienes no viven en un área que cumpla con la disposición de los CDC.
Otra regla de la nueva moratoria de 60 días es que los inquilinos protegidos deben comprobar un ingreso inferior a 99,000 dólares al año, y contar con el antecedente de haber solicitado la ayuda gubernamental disponible para hacer frente al alquiler de su vivienda.
La ayuda federal para el pago del alquiler supera los 46,000 millones de dólares, pero al cierre de junio solo se habían entregado 3,000 millones, según datos del Departamento del Tesoro. El retraso se debe a reglas de los estados para calificar, o al mal llenado de solicitudes, entre otras razones.
Debido a que los estados tienen diferentes reglas y procesos para entregar el apoyo monetario, los inquilinos deben buscar asesoría. Como el programa consiste en el pago del alquiler al propietario de la vivienda, lo mejor es acordar con él para entender y llevar a cabo el llenado de la solicitud.
Incluso mantener al propietario al tanto de la situación es la mejor decisión de un inquilino, tal vez pueda anticipar un trato ante la posibilidad de no obtener la ayuda para el alquiler antes que finalice la moratoria, y que la deuda de la renta sea tan grande que su familia corra el riesgo de ser desalojada.