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Medirán impacto climático en Chicago

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Un grupo de científicos trabaja con las comunidades que sufren la peor parte del cambio climático y que históricamente han recibido poca ayuda.

Científicos instalaron monitores en la Universidad Estatal de Chicago para medir la temperatura, la humedad, la calidad del aire y otras métricas que determinan el impacto del cambio climático en la región.

El grupo de investigadores del Laboratorio Nacional de Argonne dio a conocer su interés por ayudar a los residentes del sur de la ciudad a comprender por qué sus comunidades registran frecuentes inundaciones, así como mala calidad de aire y calor extremo relacionados con el clima.

El problema de las inundaciones es ampliamente conocido en el vecindario de Chatham, una comunidad del lado sur que ha hecho varios intentos para solucionarlo. Los científicos estudiarán cómo es que los árboles absorben la lluvia, el calor y el mal aire.

Las investigaciones incluyen la definición del tipo de árboles más convenientes para las condiciones que predominan, así como entender la tierra, la infraestructura y cualquier otra cosa que puedan juntar para afrontar el impacto del cambio climático.

La Universidad Estatal de Chicago es uno de los 21 sitios que recibirán varios monitores en los próximos cinco años, como parte de un proyecto financiado con fondos federales de $25 millones de dólares, que está dirigido por el Laboratorio Nacional de Argonne.

En la primavera, los científicos de Argonne instalaron dispositivos para medir las condiciones climáticas en la Universidad del Noreste de Illinois en el lado norte. También participan en el proyecto la Universidad Northwestern, la Universidad de Chicago y la Universidad de Illinois Chicago.

Scott Collis, científico climático de Argonne, advirtió que las comunidades con inundaciones o calor extremos solo verán peores condiciones, a menos que se tomen medidas para responder y reducir los impactos. Sin embargo,

reconoció que el proceso no se limita a ciertos elementos ni es inmediato.

“Además del monitoreo de elementos naturales, necesitamos estudiar otras medidas, por ejemplo, cómo se drenó en el suelo la cantidad de lluvia que cayó”, precisó al explicar el proyecto de investigación, cuya particularidad es que se enfoca en características distintivas locales y no en vastas áreas.

El objetivo es trabajar con las comunidades que sufren la peor parte del cambio climático, pero que históricamente han recibido poca ayuda, externó. Collis confió en que la investigación descubra nuevas pistas para “crear un Chicago que sea más resistente al cambio climático”.

Redacción El Chicago Hispano

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