Más minoristas en bancarrota

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Los propietarios de Lord & Taylor, Men’s Wearhouse y Jos. A. Bank se convirtieron en los últimos minoristas en buscar protección por bancarrota y anunciar planes para cerrar tiendas, incluidas 10 en el área de Chicago, de acuerdo con publicaciones de las empresas.
Hasta el 23 de julio, aproximadamente 40 minoristas, incluidas grandes y pequeñas empresas, se habían declarado en bancarrota por el Capítulo 11 en este año, casi dos docenas de ellas  buscaron esa protección legal dentro del periodo de la pandemia por coronavirus. La cifra total excede el número de quiebras minoristas que se registraron durante todo el 2019.
La lista de tiendas minoristas en quiebra incluyen, entre otras, a   J. Crew, J.C. Penney, Neiman Marcus, Stage Stores y Ascena Retail Group, propietaria de Lane Bryant además de Ann Taylor. Muchas de las compañías que recientemente solicitaron el Capítulo 11 ya tenían problemas e intentaban mantenerse en el mercado, pero el cierre forzoso de tiendas no esenciales en marzo por la pandemia apresuró su caída.
Lord & Taylor, uno de los grandes almacenes más antiguos de Estados Unidos, con varias docenas de tiendas en el país, se declaró en quiebra ante el Tribunal del Este de Virginia, según informó en su sitio web. Tailored Brands, que opera las tiendas Men’s Wearhouse y Jos. A. Bank, junto con K&G Fashion Superstore y Moores Clothing for Men, presentó el Capítulo 11 en el Distrito Sur de Texas por las dos primeras marcas.
En un anuncio en su sitio web, la compañía Lord & Taylor, vendida el año pasado a la empresa francesa de ropa de alquiler Le Tote Inc., dijo que estaba buscando un nuevo propietario. El año pasado vendió su edificio de 11 pisos, insignia en la Quinta Avenida de Nueva York, después de más de un siglo de ocuparlo. La compañía fue fundada como una tienda de productos secos en 1826.
En tanto, Tailored Brands dijo en un comunicado que continuaría operando, mientras espera que un plan de reestructuración reduzca la deuda financiada de la compañía en al menos $ 630 millones y proporcione una mayor flexibilidad financiera. Debido al confinamiento, trabajo en casa y cierre de tiendas no esenciales por la pandemia de coronavirus, las marcas que venden ropa han tenido tiempos particularmente difíciles. NN

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