La iniciativa de la ciudad de Chicago busca mejorar la salud de los residentes del West Side y prevenir la violencia.
La ciudad de Chicago dio a conocer un proyecto para plantar más árboles en vecindarios de latinos y afroamericanos del Lado Oeste (West Side), con el propósito de mejorar la salud pública y erradicar el crimen en esas áreas.
Para ello destinó 46 millones de dólares en la colocación de miles de árboles, específicamente en áreas que carecen de vegetación. De esta forma esos vecindarios obtendrán la parte justa de árboles que les corresponde y podrán hacer del West Side un área más verde y saludable.
En un comunicado la ciudad explicó que existe una disparidad visible de árboles en Chicago y que sobre todo hacen falta áreas verdes en vecindarios históricamente marginados. Un ejemplo es Lawndale frente a cualquier vecindario del North Side, donde la vía pública cuenta con exuberante vegetación.
El plan de reforestación de la ciudad incluye el apoyo a iniciativas ecológicas que ya están en de- sarrollo impulsadas por las comunidades locales. Desde agosto pasado el Departamento de Salud Pública de Chicago realiza reuniones con grupos vecinales.
De esos encuentros surgió un grupo de trabajo para de- sarrollar una herramienta de selección de sitios comunitarios a reforestar, que permite examinar datos sobre los árboles, calidad del aire, temperatura de la superficie de la tierra, así como dificultades económicas, entre otros.
Con esos datos se determinará cuáles son las áreas que deben priorizarse y cómo la ciudad realizará las plantaciones de árboles dentro del plan. La idea central no es solo embellecer el área pública, sino generar oportunidades para incorporar problemas de justicia racial al movimiento ambiental.
Uno de los grupos vecinales que participarán en este plan es el Consejo de Coordinación Comunitario de North Lawndale, con su campaña en desarrollo TREEmendous Lawndale para duplicar los árboles en ese vecindario durante los próximos 10 años, de acuerdo con una publicación de Block Club Chicago.
El grupo utiliza el activismo ambiental para abordar problemas más importantes que el simple embellecimiento del vecindario, como la seguridad pública, la salud comunitaria, la educación, los da- ños causados por las aguas pluviales y los problemas climáticos, entre otros.
La campaña se diseñó a partir de un estudio de la Universidad de Illinois, publicado en 2001, sobre un proyecto de viviendas en el sur de la ciudad. El análisis encontró que los edificios rodeados de árboles y follaje tenían un 56 % menos de incidentes de violencia y un 48 % menos de delitos contra la propiedad.
Además, los árboles ofrecen tranquilidad a los residentes, un espacio para relajarse, así como la oportunidad de convivir y conectarse con los vecinos del área. La participación de la comunidad también es fundamental para asegurar el éxito de la inversión de la ciudad en la plantación de más árboles.