Redacción El Chicago Hispano
A pesar del aumento de los tiroteos escolares registrado en 2024, las escuelas siguen estando entre los lugares más seguros para los jóvenes, concluye un estudio del Consorcio Regional de Investigación sobre Violencia con Armas de Fuego en el Instituto de Gobierno Rockefeller.
El reporte, publicado por Chalkboard News, un medio especializado en información de educación, asegura que, de acuerdo a estadísticas, las escuelas son seguras para los jóvenes, debido a que “el 98% de los homicidios de menores de edad ocurren fuera de las aulas”.
El consorcio analizó la cantidad de tiroteos masivos en las escuelas K-12 en los dos últimos años en el país. En 2023 hubo uno en la Escuela Covenant de Nashville, mientras que en 2024 ocurrieron tres en: Perry High School, en Perry, Iowa; Apalachee High School en Winder, Georgia; y Abundant Life Christian School en Madison, Wisconsin.
Jaclyn Schildkraut, directora ejecutiva del consorcio, integrado por 150 expertos, expuso en el informe que pese al aumento de eventos, es difícil seguir una tendencia cuando se trata de las escuelas, “debido a que los tiroteos en los planteles son raros y desafían una categorización fácil, aunque siguen siendo innegablemente e intrínsecamente horribles”.
Según los datos del Instituto Rockefeller, han ocurrido 84 incidentes en escuelas en los Estados Unidos desde 1966. Las cifras indican que aproximadamente el 32% fueron en el Oeste, cerca del 26% en el Medio Oeste, 25% en el Sureste, casi el 11% en el Noreste y el 6% en el Suroeste.
El informe destaca que más del 90% de las muertes por armas de fuego de niños en edad escolar en naciones desarrolladas ocurren en Estados Unidos, pero no en las escuelas. En 2019, las armas de fuego superaron a los accidentes automovilísticos como la principal causa de muerte de niños y adolescentes en el país.
Un estudio de 23 años de datos realizado por los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) afirma que solo el 1.2% de los homicidios con armas de fuego de niños en edad escolar ocurrieron en entornos escolares y más del 92% de ellos fueron incidentes, con una sola muerte.
“Las estimaciones de la probabilidad de que una escuela determinada experimente un tiroteo (de cualquier tipo) es de una vez cada 1,455 años, con la probabilidad de experimentar una muerte una vez cada 3,250 años”, dice el reporte.
Además, “la creencia de que un tiroteo escolar típico es un evento con muchas víctimas, que ocurre en las aulas y los pasillos, puede ser más un estereotipo que un arquetipo: muchos tiroteos escolares ocurren fuera del edificio escolar y involucran lesiones limitadas o nulas” .
Schildkraut aseguró que no existe un perfil precisó de un tirador escolar o de una escuela en riesgo de un tiroteo escolar. Advirtió que el método de prevención más eficaz es que las personas brinden información a las autoridades.
“Por lo tanto, educar a las personas sobre cómo son las amenazas y dónde denunciarlas, es fundamental para mejorar la prevención de estas tragedias”, destacó. “En estos esfuerzos ayudan los recursos asociados, como las líneas telefónicas anónimas y los equipos de evaluación de amenazas en las escuelas y la comunidad”.