Las cinco familias más ricas del mundo controlan una fortuna acumulada de 621,000 millones de dólares, de acuerdo con  un estudio elaborado por la firma Buy Shares, que alerta sobre las desigualdades que el sistema actual está creando en Estados Unidos y otras grandes economías globales.

El análisis situó, hasta octubre del 2020, a la familia Walton dueña de Walmart, la mayor red de supermercados de Estados Unidos, en el primer sitio de su lista con una fortuna de 215,000 millones de dólares. Le sigue la familia Mars con 120,000 millones de dólares por su imperio alimentario, en el que destacan las famosas barras de chocolate.

En tercer lugar está la familia Koch, de Industrias Koch, con 109,700 millones de dólares, le sigue la familia Al Saud, cuyas grandes reservas de petróleo le han generado una fortuna de 95,000 millones de dólares, y la india Ambani, del conglomerado de empresas Reliance, con 81,300 millones de dólares.

El análisis también confirmó al estadounidense Jeff Bezos, fundador de Amazon, como la persona más rica del mundo, con una fortuna de 188,700 millones de dólares, seguido por el francés Bernard Arnault, presidente del conglomerado de marcas de lujo LVMH, con 119,200 millones de dólares.

Los otros puestos los ocupan el creador de Microsoft, Bill Gates, con 115,200 millones de dólares; el de Facebook, Mark Zuckerberg, con 101,800 millones de dólares; y el consejero delegado de Tesla, Elon Musk, con 93,000 millones de dólares.

El estudio de la firma neozelandesa Buy Shares recordó que “cuando se pone el foco sobre los más ricos” del planeta, se detectan también “las crecientes desigualdades” que sufren la mayoría de las “grandes economías globales”.

“De acuerdo con algunos críticos, las desigualdades existen porque hay regímenes que permiten el dominio del mercado y una baja fiscalidad sobre los capitales, sobre todo en Estados Unidos”, indicó la firma en un comunicado.

Para otros observadores, apuntó la nota, la “gran riqueza” demuestra que es “necesario arreglar el capitalismo“, ya que, en “algunas jurisdicciones”, este asunto se ha convertido en un “asunto político explosivo”.