Para abordar los casos de pasajeros que presenten sobredosis de consumo de drogas, la estación 95th/Dan Ryan, de la Línea Roja del tren de CTA, cuenta con una“máquina expendedora de salud pública” con el medicamento gratuito Narcan. 

La máquina expendedora, una de las cinco establecidas por el Departamento de Salud Pública de Chicago, forma parte de un nuevo programa piloto para llevar suministros que salvan vidas por altas sobredosis en espacios públicos. 

Las máquinas, con un costo de $12,000 dólares cada una, tenían sus fechas de lanzamiento en verano, pero se retrasaron en todos los casos, debido a problemas de fabricación y envío, informó el Departamento de Salud. 

El 8 de noviembre inició operaciones, en dicha estación, la máquina con acceso gratuito a Narcan (naloxona), que puede revertir un episodio de sobredosis por opioides.

Este dispensario manual cuenta, además, con tiras reactivas para detectar el tipo de drogas ingeridas, así como productos de higiene gratuitos destinados a reducir el daño que puede causar la adicción a los opioides. 

Para utilizar la máquina, hay que crear un código PIN único completando un formulario de solicitud anónima en línea. No obstante, el fármaco se puede dispensar sin código, al marcar “1234”. 

Las otras cuatro máquinas expendedoras de salud pública que ya funcionan también cuentan con Narcan, kits de prueba de fentanilo y otros productos de salud e higiene, de acceso gratuito.

El año pasado, en el condado de Cook, se registraron 2,000 muertes por sobredosis de opioides. El Departamento de Salud asegura que las cifras de sobredosis se deben en gran parte al aumento del fentanilo, un opioide sintético que se mezcla con diferentes drogas. 

El programa piloto incluye el abastecimiento de Narcan en clínicas médicas y bibliotecas de la ciudad, así como la capacitación a sus trabajadores para aplicar el medicamento en un evento de sobredosis. La ciudad registra una mayor necesidad de distribución de Narcan en el lado oeste. 

Las autoridades de Chicago se inspiraron en un programa similar que existe en Las Vegas, NV, para llevarlo a la ciudad. En una segunda etapa, la ciudad tiene como objetivo proporcionar más recursos, así como especialistas en recuperación y trabajadores sociales, quienes darán seguimiento a los sobrevivientes de sobredosis.