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Identificación y arresto de inmigrantes 

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Redacción El Chicago Hispano

En los últimos cuatro años, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) aumentó sus operaciones de arrestos y deportaciones en las fronteras de Estados Unidos y redujo las realizadas en el interior de las comunidades, asegura un análisis del Instituto de Política Migratoria (MPI).

El estudio analiza y detalla cómo la agencia federal identifica, arresta, detiene y deporta en el interior del país a los no ciudadanos que han violado las leyes de inmigración.

Datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) confirman un promedio de 352,000 deportaciones por año en general del 2020 al 2024, a través de una combinación de acciones del ICE con el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). 

De esas deportaciones, un promedio anual de 146,000 fueron responsabilidad de ICE, señala el reporte. Los datos registran una tendencia descendente promedio durante los últimos 15 años, desde menos de 155,000 expulsiones por año del 2009 al 2016, de 81,000 del 2017 al 2020, y de 38,000 entre 2021-2024.

En tanto, el número de no ciudadanos deportados por ICE después de un arresto en la frontera sur creció en los últimos cuatro años, por lo que la agencia trasladó recursos de aplicación del interior a la zona limítrofe. En 2024 fueron 224,000 deportados debido a la llegada de una gran cantidad de personas.

Son 13 millones de indocumentados

Según las estimaciones del MPI, la población de inmigrantes no autorizados en Estados Unidos alcanzó un récord de 13,7 millones de personas sin documentos a mediados de 2023, frente a los 12,8 millones revisados ​​del año anterior.

“Entre 2019 y 2023, la población de inmigrantes no autorizados creció en 3 millones, o un promedio del 6% anual. El país no había visto aumentos anuales tan grandes desde principios de la década de 2000”, destaca el informe.

Según el MPI, la dinámica de la inmigración cambió drásticamente a partir de 2021, ya que la economía estadounidense se recuperó más rápido y por completo de la recesión inducida por la pandemia que gran parte del resto del mundo, y las oportunidades laborales se expandieron pronto.

“Al mismo tiempo, la agitación económica y los episodios de inseguridad en América Central y América del Sur, los estallidos de violencia de pandillas en el Caribe y la represión política agravada en Cuba, Nicaragua y Venezuela alimentaron nuevos desplazamientos hacia los Estados Unidos”, asegura.

En este escenario, la población inmigrante no autorizada de México aumentó levemente desde 2022, con un total de 5,5 millones a mediados de 2023 que sigue estando muy por debajo del pico de 7,8 millones establecido en 2007. 

Aunque México sigue siendo la principal nación de origen, su participación en la población inmigrante no autorizada total en 2023 fue significativamente menor que en 2010: 40% frente a 62%, mientras que la población no autorizada de América Central aumentó en 1,7 millones entre 2019 y 2023.

El MPI estima en un aumento en 750, 000 personas en la migración desde Honduras y Guatemala, así como de Venezuela, Colombia, Ecuador y Brasil en los últimos cuatro años. El crecimiento de la población de inmigrantes no autorizados se desaceleró desde mediados de 2023 y se mantuvo en 2024.

El informe asegura que la continuación en 2025 de esta tendencia de disminución de flujos migratorios dependerá de las acciones de la recién inaugurada administración Trump, que está dando prioridad a las deportaciones de indocumentados y endureciendo aún más la frontera sur contra los recién llegados.

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