Redacción El Chicago Hispano
Ante el segundo mandato presidencial de Donald Trump, grupos de defensa de inmigrantes en Chicago y el estado de Illinois están intensificando sus preparativos frente a posibles cambios significativos en las políticas migratorias, como deportaciones masivas y una mayor aplicación de medidas restrictivas. Estas organizaciones trabajan para educar y apoyar a las comunidades inmigrantes, que enfrentan una creciente incertidumbre.
Como ya ha trascendido, Trump ha prometido deportar a millones de inmigrantes indocumentados de inmediato. Los defensores temen un regreso a las políticas agresivas de su primera administración, que incluyeron la cancelación de DACA y la separación de familias en la frontera. Lawrence Benito, director ejecutivo de la Coalición de Illinois para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados (ICIRR), enfatizó que la comunidad ya ha enfrentado desafíos similares antes y que seguirá mostrando resistencia
Los grupos de defensa están organizando talleres de «Conozca sus derechos» para informar a las comunidades inmigrantes sobre sus protecciones legales. Organizaciones como el Centro de Recursos Familiares Mano a Mano están trabajando para limitar la cooperación entre las autoridades locales y los agentes federales de inmigración, conforme a lo establecido por la Ley TRUST de Illinois, que restringe el apoyo de las fuerzas del orden locales a ICE.
Además, se están intensificando las iniciativas para involucrar a los votantes inmigrantes. Maggie Lugo, de Casa Michoacán, destacó que movilizar a esta población asegura que sus voces sean escuchadas, independientemente de las políticas federales.
Funcionarios locales, como la senadora estatal Celina Villanueva, han reiterado su compromiso de defender los derechos de los inmigrantes. Villanueva reconoció el impacto emocional de estos cambios políticos, pero aseguró que Illinois seguirá siendo un estado santuario. Desde luego, con el triunfo de Trump, se prevé un aumento en las batallas legales y los retos administrativos para las organizaciones de defensa. Estas están centrando sus esfuerzos en fortalecer la solidaridad comunitaria y proteger las políticas locales, como el acceso a servicios de salud y las leyes de santuario.
El clima político en torno a la inmigración ha dejado a muchas comunidades de Chicago enfrentando incertidumbre. El retroceso de políticas y el aumento de esfuerzos de deportación no solo presentan desafíos logísticos para los grupos de defensa, sino también un impacto emocional significativo para los inmigrantes.
La resistencia de estas comunidades y sus defensores será clave en los próximos meses, especialmente en la lucha por mantener la jurisdicción local frente a las medidas federales. Esta situación subraya la necesidad urgente de una reforma migratoria integral y humanitaria a nivel federal.