Redacción El Chicago Hispano
Las pequeñas empresas de Chicago se encuentran estancadas debido a la burocracia que les genera complicaciones para administrar un local comercial en la ciudad, con trámites que van desde permisos municipales, inspecciones, licencias y avisos vecinales hasta pago de cuotas, tiempos de espera, entre otros.
El Consejo de Defensa de las Pequeñas Empresas (SBAC) busca reformas que permitan “reducir la burocracia, agilizar los procesos y reducir los costos de lanzamiento y expansión de empresas en Chicago”, de acuerdo con una propuesta que promueve la organización sin fines de lucro.
La propuesta, respaldada a la fecha por más de 30 cámaras de comercio, grupos de defensa empresarial y 15 concejales, pretende impulsar cambios de política dentro de los departamentos involucrados, e incluso convertir el reclamo en una ordenanza de la ciudad.
El SBAC pide simplificar requisitos de zonificación, inspección y controles de deuda “con medidas que apoyarían a las pequeñas empresas, fomentarían el desarrollo y mejorarían la economía de Chicago durante un momento crítico, mientras continúa recuperándose de la pandemia”, dice en su propuesta.
Por ejemplo, precisa, se requieren permisos de uso especial para salones de manicura y otros negocios, que cuestan cerca de $1,000. El trámite implica entregar una copia impresa en persona a la oficina de la Junta de Apelaciones de Zonificación para que el solicitante pueda pagar la tarifa.
Una vez hecho el pago debe recoger un cartel de aviso público para colocar afuera del negocio propuesto. El solicitante también debe enviar avisos a los propietarios de propiedades cercanas y luego esperar entre 30 y 60 días para una audiencia con la junta de zonificación.
El tiempo de espera puede ser más largo si se deben revisar los planes. Mientras tanto, el solicitante puede estar pagando el alquiler y los servicios públicos de un espacio vacío mientras espera meses por un permiso que podría ser denegado.
Las vacantes de locales comerciales se han mantenido altas en toda la ciudad, explica en la propuesta Elliot Richardson, presidente de SBAC. “Las reformas realmente podrían ayudar y no cuestan dinero. Al contrario, ayudarían a la ciudad a ahorrar dinero a largo plazo”.
La propuesta de SBAC encontró el apoyo del alcalde Brandon Johnson en los pasos elegidos para reducir la burocracia dentro de su informe “Cut the Tape” que dió a conocer en abril pasado, él cual contiene más de 100 recomendaciones para acelerar el desarrollo residencial y comercial. Sin embargo, la iniciativa aún está en proceso.
Richardson considera que se requiere que los políticos tomen medidas rápidas y audaces, de lo contrario la burocracia onerosa e innecesaria seguirá frenando a los empresarios de Chicago, impidiéndoles abrir y hacer crecer sus negocios, con un costo económico para la ciudad en su conjunto.