Los bares y tabernas que sólo vendían licor y cerraron su servicio en interiores a partir del 24 de julio, como medida para frenar el repunte de coronavirus, recibirán ayuda de la ciudad para obtener su licencia de alimentos y mantenerse abiertos al aire libre.

La oficina de la alcaldesa Lori Lightfoot informó que se facilitará a estos sitios la apertura en las aceras con un permiso ampliado para comer al aire libre, a fin de que ofrezcan el servicio temporal de bebidas con alimentos, como opción a un nuevo cierre total.

La venta única de bebidas en interiores se prohibió por considerarla escenario de mayor riesgo para COVID-19, debido a la concentración de grupos sin respeto al distanciamiento social y con la costumbre de hablar fuerte por la música, salpicando saliva. Esto significó que las empresas que no contaban con la opción de servicio al aire libre tuvieron que cerrar por completo nuevamente.

En apoyo a estos negocios, la ciudad anunció que permitirá que las empresas que sirven alcohol sin una licencia de alimentos minoristas soliciten el uso del programa de comidas al aire libre para que puedan operar temporalmente en la acera frente a sus negocios.

Antes solo se permitía a los restaurantes solicitar y abrir un café en la acera. El cambio es efectivo inmediatamente, y la ciudad espera que la medida ayude a estos negocios a sobrevivir mientras se combate al virus.

Los cafés de las aceras utilizados por los bares y las tabernas deben instalarse para permitir un espacio peatonal de 6 pies, y las áreas de servicio estar cercadas por una barrera. Las empresas de licores pueden asociarse con un establecimiento de alimentos.