Redacción El Chicago Hispano
Illinois gastó de más por error su última ronda de financiación y se quedará sin dinero para garantizar programas extraescolares este verano, que atienden a unos 15,000 niños en 120 escuelas públicas de Chicago.
Una coalición de grupos comunitarios y defensores de los programas se manifestó frente a las oficinas de Escuelas Públicas de Chicago (CPS), antes de la reunión mensual de mayo de la Junta de Educación, para llamar la atención sobre las pérdidas y exhortar a los legisladores estatales a intervenir.
Desde hace décadas, estos programas son financiados mediante una subvención federal, pero el estado gastó excesivamente por error su última ronda de financiación y se quedará sin dinero para abrir los programas en todo el estado, que atienden a unos 40,000 estudiantes incluidos los 15,000 de Chicago.
Los grupos alentaron a los legisladores estatales a aprobar el Proyecto de Ley Senatorial 2943, que asignaría $50 millones para apoyar los programas en todo el estado, de manera independiente del financiamiento de la educación general.
En respuesta, el presidente de la Junta de Educación, Jianan Shi, y el director ejecutivo de CPS, Pedro Martínez, dijeron que ya hablaron con líderes del Senado y la Cámara de Representantes de Illinois, y con la oficina del gobernador J.B. Pritzker, sobre la ley SB 2943 cuando viajaron a Springfield una semana antes.
De los grupos que se manifestaron, el Consejo Vecinal de Brighton Park consideró que la ciudad y el distrito escolar deben encontrar dinero para estos programas en otros lugares si el proyecto de ley no se aprueba, según palabras de su director ejecutivo, Patrick Brosnan.
Gran parte de los fondos federales que recibe Chicago se han destinado al pago de “escuelas comunitarias”, donde un coordinador reúne organizaciones y programas para innumerables propósitos, como prevención de la violencia, explicó Brosnan.
Además, en apoyo académico para los estudiantes, aprendizaje socioemocional, clases de inglés como segundo idioma para padres y clínicas de atención médica para la comunidad. Otros han enseñado a los estudiantes la impresión 3D, construir robots, explorar Chicago, proveer recursos diversos, etc.
“Son programas que sabemos que funcionan”, dijo Brosnan. Consideró que le corresponde al alcalde Brandon Johnson hacer de estos programas una prioridad y no simplemente culpar al estado por no financiarlos.
Los grupos comunitarios reiteraron que el impacto de los programas extracurricular ha sido muy significativo para muchos estudiantes y sus familias, por lo que mantendrán su defensa, aún cuando la ley se retrasé.
“Los grupos confirmaron que el 72 % de los estudiantes que participan regularmente mejoran su rendimiento académico, y el 88 % de los padres informaron cambios positivos en el comportamiento de sus hijos como resultado de la programación extraescolar”, dijo Dara Munson, presidenta del grupo de defensa Family Focus.
Agregó que los programas extraescolares son transformadores y determinantes para mantener seguros a los niños durante las horas pico de violencia y delitos cometidos por y contra adolescentes.