El sector de ocio y hospitalidad de Estados Unidos reportó hasta abril una pérdida promedio de empleo de casi el 30 por ciento, cifra que superó la mitad en 23 estados y el Distrito de Columbia. El 60% de los trabajadores hispanos contratados en esa área de la economía perdieron sus empleos, horas de trabajo o una parte de sus ingresos, asegura un análisis de Urban Institute.
Desde entonces, precisa el estudio, el empleo se ha recuperado modestamente en ese sector en los 50 estados y DC. En particular en Delaware, Nevada y Rhode Island se restableció un tercio o más de trabajos de ocio y hospitalidad hasta junio, no obstante, en comparación con el año pasado, el empleo disminuyó al menos un 10 % en todos los estados, excepto Oklahoma.
La crisis en este sector afectó más severamente a sitios con mayor participación de los servicios de alojamiento y alimentación en su PIB local. Por ejemplo, en Nevada que son el 12.4% y Hawai el 8.5% se reportaron tasas de desempleo de 15% y 14% respectivamente. En ambos estados en menos de 9 semanas de pandemia se superó la cifra de desempleados alcanzada en 81 semanas de la Gran Recesión.
La situación económica dentro de esta industria ha dañado particularmente a los trabajadores latinos, que representan el 24 por ciento de los empleados. Muchos se mantuvieron trabajando en empleos poco remunerados y riesgosos, con más del triple de probabilidades de infectarse y el doble de probabilidades de morir por COVID-19, asegura UI.
Aún cuando las actividades en persona disminuyeron, solo el 9 por ciento de los empleados de este sector puede trabajar de forma remota, en comparación con más del 50% en las actividades financieras y los sectores de información y el 30% en el sector manufacturero. Muchas empresas tuvieron que cerrar sin la opción de teletrabajo, con graves efectos en diferentes áreas, incluidos los servicios de alimentos.
Las empresas del sector (incluidos restaurantes, hoteles, cines y deportes para espectadores) enfrentan otra amenaza en la reapertura al encontrarse entre las más intensas en contacto, como es la probabilidad de difundir COVID-19. Ante la dificultad para controlar la crisis de salud pública, su futuro sigue siendo incierto, pese al seguimiento de normas sanitarias y de distanciamiento social.
Urban Institute estima que una cuarta fase en los paquetes de ayuda económica federal pueden aliviar los efectos desproporcionados en los trabajadores de ocio y hospitalidad, además de otra propuestas, aunque difícilmente brindan un alivio directo a los trabajadores de esta industria, y tampoco garantizan su repunte económico, el cual depende de la reducción de la propagación del virus.