Redacción ECH
El Departamento de Educación de Estados Unidos ha iniciado una serie de despidos que afectan a más de 1.300 empleados, con el objetivo de reducir a la mitad su plantilla, en línea con el plan del presidente Donald Trump de desmantelar la agencia. En Chicago, al menos 50 empleados han sido despedidos o forzados a abandonar sus puestos, incluyendo a todo el personal de la Oficina de Derechos Civiles (OCR, por sus siglas en inglés).
Esta oficina, encargada de hacer cumplir las leyes federales contra la discriminación en las escuelas, es una de las siete a nivel nacional que han sido completamente eliminadas. A nivel nacional, aproximadamente 240 de los más de 1.300 despidos corresponden a la OCR, lo que prácticamente reduce a la mitad su tamaño.
Según un reporte de The Associated Press (AP), estos recortes se producen en un momento en que el Departamento de Educación enfrenta una acumulación de quejas de estudiantes y familias relacionadas con discapacidades, raza, religión y violencia sexual en las escuelas. Críticos argumentan que el equipo restante no podrá manejar la carga de trabajo, dejando muchos casos sin resolver y afectando la capacidad de supervisar y garantizar el cumplimiento legal por parte de las escuelas.
En respuesta a estos despidos, un grupo de 20 estados liderados por demócratas y el Distrito de Columbia han presentado una demanda en un tribunal federal en Boston. La demanda busca bloquear la decisión de la Administración Trump de desmantelar el Departamento de Educación y despedir a casi la mitad de su personal, argumentando que estos despidos masivos desmantelan efectivamente el departamento e inhabilitan componentes vitales, como la Oficina de Derechos Civiles.
La demanda sostiene que la Secretaria de Educación, Linda McMahon, no tiene permiso para eliminar o interrumpir funciones requeridas por ley, ni transferir responsabilidades del departamento sin autorización legal.