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Deshonestos arrendadores lucran con refugios

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Redacción El Chicago Hispano

La Ciudad de Chicago ha gastado $28 millones para albergar a migrantes en dos edificios propiedad de Remo Polselli, un empresario oriundo de Michigan que fue a prisión por defraudar en sus impuestos federales y continua con problemas fiscales con el Servicio de Impuestos Internos (IRS).

Una investigación del Chicago Sun-Times denuncia que las empresas de Polselli son propietarias del Inn of Chicago y del ex Standard Club, ambos edificios arrendados por la ciudad para utilizarlos como refugios de migrantes, por lo que reciben millones de dólares de los contribuyentes.

En 2003, Polselli se declaró culpable de cargos fiscales federales por deducir y recaudar casi $2.5 millones en retenciones e impuestos del Seguro Social de sus empleados, dinero que no entregó al IRS, según consta en los registros.

En febrero de 2023, el IRS presentó un embargo fiscal federal por separado contra Polselli, argumentando que debía $1,4 millones por sus impuestos personales de 2018. Ese mismo año la ciudad comenzó a pagarle para alojar a los migrantes en sus edificios ubicados en 162 E. Ohio St., y 320 S. Plymouth Court.

Polselli y su esposa tienen cuentas con el fisco de muchos años, incluyendo un caso que llegó a la Corte Suprema en 2023. En septiembre, empezó a pagar al IRS $22,000 al mes para resolver su deuda, según su abogado. Esos pagos deben continuar hasta que se salde el monto, precisa el reporte del Sun-Times.

La ciudad ha gastado más dinero en arrendar los edificios de Polselli como alojamiento para miles de migrantes enviados a Chicago desde la frontera. A principios de 2022, bajo la alcaldía de Lori Lightfoot, comenzó a arrendarlos y ha continuado con el pago en la administración del alcalde Brandon Johnson.

La administración de Johnson tenía un contrato con Equitable Social Solutions con el fin de recibir ayuda a medida que se agravaba la crisis migratoria. Equitable subcontrató a ReloShare Inc, una empresa de Chicago, para encontrar administradores de propiedades que pudieran proporcionar alojamiento a los recién llegados.

Ninguno de los arrendadores tiene contrato directo con la ciudad, son  pagados por una o ambas empresas privadas con dinero de los contribuyentes. Los registros municipales muestran que los propietarios cobran por cada cama, independientemente de si están ocupadas o no, precisa el reporte del Sun-Times.

Además, entre septiembre y mayo la ciudad gastó $12.3 millones para arrendar tres edificios propiedad del desarrollador Scott Goodman, quien debe el pago de $1.9 millones de alquiler a la Autoridad de Transporte de Chicago (CTA) por un edificio del West Loop donde operan sus empresas.

La CTA también le reclamaba $15 millones en concepto de pagos atrasados. Los funcionarios dicen que Goodman ha hecho pagos de su deuda a la CTA, pero todavía debe más de $1 millón en impuestos de arrendamiento de oficinas ubicadas en Racine Avenue y Randolph Street.

Las empresas de Goodman son propietarias de tres edificios alquilados para albergar a migrantes, ubicados en: 1308 N. Elston Ave., 2241 S. Halsted St. y 344 N. Ogden Ave., con un total de 4,300 camas, lo que convierte a Goodman en el mayor arrendador de refugios para migrantes en la ciudad.

Otros edificios que alquila para albergues la ciudad son: la ex sede del American Islamic College y la Immaculata High School para 1,300 personas, por $6,2 millones;  dos edificios en el oeste para 1,100 por $3,9 millones: el Parthenon Guest House, en la Villa Griega, por $2,1 millones, actualmente cerrado al público; y el motel Sheridan Chase de Rogers Park, de 48 habitaciones, por más de $2 millones.

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