LOS PAPÁS QUE SE QUEDAN EN CASA SON UN GRUPO CON MAYOR DIVERSIDAD RACIAL Y ÉTNICA QUE QUIENES TRABAJAN.
Durante los últimos 30 años, la proporción de padres en Estados Unidos que se quedan en casa ha fluctuado, aumentando durante los períodos de mayor desempleo. En promedio, el 26% de mamás y el 7% de papás no trabajan por un salario, de acuerdo con un análisis reciente de Pew Research Center.
En el periodo comprendido de 1989 a 2021 la proporción de padres que no trabajaban fuera del hogar pasó de 4% a 7%, mientras que las madres que no tenían un empleo remunerado disminuyó levemente, del 28 % a 26 %. El estudio indica que 1 de cada 5 papás se queda en casa. Debido a esta disminución y aumento en ambas proporciones es que en la actualidad los papás ahora representan el 18 % de los padres que se quedan en casa, frente al 11 % en 1989, y las mamás pasaron del 86 % en 1989 al 79 % en 2021, precisa el análisis.
Las razones para que más hombres permanezcan en el hogar son variadas: el 23 % se quedó en casa para cuidar a la fa- milia; 34 % debido a una enfermedad o discapacidad, y porcentajes más pequeños porque eran estudiantes, no podían encontrar trabajo o estaban jubilados. La mayoría de las madres, el 79%, lo hacen para ocuparse del hogar y la familia.
Los papás que se quedan en casa son un grupo con mayor diversidad racial y étnica que los que trabajan. La mitad de los que no trabajan por un salario son blancos, seguidos en proporción por los afroestadounidenses, los latinos y los asiáticos.
Los que se quedan en casa tienen menos probabilidades que los papás que trabajan por un salario de haber completado al menos una licenciatura; son de familias pobres; son mayores de edad, el 46% tienen 45 años o más; y están formalmente casados, según el reporte de Pew Research Center.