La población estadounidense de 65 años y mayores a esa edad creció rápidamente en la última década en más de un tercio (34.2% o 13,787,044 personas), aumentando la tasa de dependencia y superando el crecimiento de la población laboral, según datos de la Oficina del Censo.
El crecimiento de este sector de población, impulsado por el envejecimiento de los “baby boomers” nacidos entre 1946 y 1964, contribuyó a un aumento en la edad promedio, que pasó de 37.2 años en 2010 a 38.4 en 2019 en más de la mitad de los estados.
En ese periodo la población menor de 18 años disminuyó en 1.5% debido en parte a una disminución general de la fertilidad, en curso desde 2007. Entre los menores y los adultos mayores, la población no laboral creció en 13.1 millones, un aumento del 12.9%, mientras que los estadounidenses en edad laboral aumentaron sólo en 6.4 millones o 3.1%.
En 2010, el índice de dependencia para el país en su conjunto era de 49.0, lo que significa que por cada 100 personas en edad de trabajar había 49 personas en edad de depender. Para 2019, este índice de dependencia aumentó a 53.7, impulsado por el crecimiento de la población de 65 años o más.
En el 2019 la población de 65 años o mayores a esa edad creció 3.2% (1,688,924 personas), y uno de cada cinco residentes tenía esa edad en los estados de Maine, con el 21.2% de su población, Florida 20.9%, Virginia Occidental 20.5%, y Vermont 20.0%.
De los 3,142 condados en los Estados Unidos el 57.3% registró una edad promedio entre 40.0 y 49.9 años. El condado de Sumter, Florida, la más alta de 68.1 años y Madison, Idaho, la menor con 23.3 años, de acuerdo con la información.
A medida que la nación sigue envejeciendo, también está cambiando por raza y etnicidad, indica el censo estadounidense. La población hispana registró un aumento de 20%, con 60,572,237 personas en 2019, y su edad promedio pasó de 27.3 años en 2010 a 29.8 años, precisan los datos de la Oficina del Censo.