El aumento de contagios de coronavirus en el estado obligó a establecer el cierre a medianoche de bares y restaurantes que venden bebidas alcohólicas, dos semanas después que Illinois entró en Fase 4 del plan estatal de reapertura.
El viernes 10 de julio se reportaron 1,317 nuevos casos de coronavirus rebasando por tercer día consecutivo los 1,000 contagios, cifra que había sido superada por última vez el 5 de junio. La medida de cierres se tomó de inmediato en la ciudad y en el estado ese fin de semana.
En Illinois la tasa de casos positivos por COVID-19 de siete días ahora es de 2.9%, después de rondar el 2.6% a partir del 30 de junio, mientras que Chicago reporta una tasa más alta de lo aparentemente aceptable, de 4.8%.
Desde principios de abril hasta finales de mayo los recuentos diarios de casos de contagio llegaron a cuatro dígitos cada día, superando los 4,000 el 12 de mayo y despidiendo ese tipo de cifras el 5 de junio, de acuerdo con los datos oficiales.
La restricción a bares y restaurantes consiste en el cierre de ese servicio al consumidor en punto de las 24:00 horas, mientras que las tiendas que venden alcohol para consumo fuera del sitio detendrán su venta a las 21:00 horas.
La razón es evitar que suceda como en varios estados del sur del país que reabrieron antes de Chicago, incluidos Arizona y Texas, y tuvieron fuertes aumentos en sus métricas de contagio obligándolos a medidas más estrictas para frenar la propagación del virus.
Illinois ingresó a la actual Fase 4 del plan de reapertura del gobernador Pritzker el 26 de junio, permitiendo reuniones de hasta 50 personas, un poco menos de restricciones a muchas empresas abiertas en la Fase 3, y permiso para más negocios con límites de capacidad y precauciones sanitarias, entre otras medidas.
El estado no puede alcanzar la quinta y última fase a menos que haya una vacuna contra el coronavirus, un tratamiento efectivo y ampliamente disponible o un período de tiempo sostenido sin nuevos casos. Lo que sí puede hacer es retroceder en la reapertura si se eleva desproporcionadamente el número de contagios.
Además de la obligación de las empresas y centros de distracción de seguir medidas de sanitización y distanciamiento social, desde el 1 de mayo se han requerido en el estado cubiertas faciales para cualquier persona mayor de 2 años en la mayoría de los entornos públicos.
La semana pasada, el gobernador Pritzker solicitó un mandato nacional para el uso de cubre-bocas y una estrategia de contención que se centre en las pruebas y el rastreo de contactos.