Chicago sigue recibiendo migrantes

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La alcaldesa Lori Lightfoot reclamó al gobernador de Texas, Greg Abott, por enviarlos sin previo aviso y agregó que solo busca reavivar el sentimiento antiinmigrante.

 

El Chicago Hispano

 

En menos de un mes, Chicago recibió a cerca de 1,500  inmigrantes transportados en autobuses desde Texas como parte de los envíos de extranjeros que el gobernador del estado sureño, Greg Abott, realiza en represalia contra la política fronteriza del presidente Joe Biden.

 

En respuesta, y pese a que se desconoce con anticipación la información de los envíos y condición de los viajeros, la ciudad los ha recibido con hospitalidad, ofreciéndoles hospedaje y alimento a través de organizaciones sin fines de lucro.

 

En tanto, el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, firmó una proclamación de desastre con el fin de asegurar recursos para ayudar a los inmigrantes enviados desde Texas, y desplegó a 75 miembros de la Guardia Nacional.

 

La proclamación permite que agencias federales, estatales y municipales garanticen que las personas y las familias reciban la asistencia que necesitan, lo que incluye transporte, vivienda de emergencia, alimentos, evaluaciones médicas, tratamientos, así como otros servicios necesarios.

 

A su vez, la administración federal espera que pequeñas modificaciones ayuden a acelerar el proceso para las olas de migrantes que buscan el asilo en Estados Unidos, como permitir que los oficiales de asilo decidan quién puede permanecer en el país en lugar de los jueces de inmigración.

 

Desde el 31 de agosto hasta el martes 27 de septiembre, Chicago recibió un total de 1,452 inmigrantes, tanto personas solas como familias completas, incluyendo bebés, según confirmó en un comunicado Joe Dutra, director de asuntos públicos del Departamento de Familia y Servicios de Apoyo de la ciudad.

 

 

La mayoría de inmigrantes recibieron refugio en dos instalaciones administradas por el Ejército de Salvación en Humboldt Park, y otros están en hoteles de algunos suburbios. El mayor número proviene de Venezuela, aunque hay también solicitantes de asilo de Nicaragua, Cuba y México, entre otros países.

 

De los autobuses que llegan a Union Station desde Texas bajan inmigrantes portando las mismas bolsas de plástico transparente que tienen sus papeles y artículos personales pequeños. Algunos de ellos requieren atención médica. 

 

La respuesta de la comunidad ha sido generosa, e incluso chefs profesionales de Chicago cocinan comida gratis para ellos. La alcaldesa Lori Lightfoot insiste en que Chicago necesita ayuda para albergar y cuidar a los inmigrantes mientras construyen sus vidas en la ciudad o se preparan para mudarse a otro lugar.

 

Tanto el gobernador como la alcaldesa han reclamado a Greg Abbott su falta de sensibilidad en el manejo de estas personas, a las que envía sin aviso previo. “Comuníquese con nosotros. Haga que sus agencias estatales nos devuelvan la llamada”, pidió Pritzker en conferencia de prensa.

 

La alcaldesa Lightfoot consideró que el objetivo de Abbott es reavivar el sentimiento antiinmigrante y drenar los recursos de las ciudades del norte, mientras que Pritzker dijo que buscará toda la asistencia federal disponible para abordar la situación.

 

Al igual que Abbot, quien ya envió a más de 10,000 inmigrantes a estados gobernados por demócratas, los gobernadores de Florida, Ron DeSantis, y Arizona, Douglas Ducey, están haciendo envíos inesperados de personas a ciudades auto consideradas “santuario” para que se hagan cargo de ellos.

 

 

 

 

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