Después de un acalorado debate, el Concejo Municipal aprobó el uso de $51 millones de dólares para el pago de personal, alimentos, transporte, servicios legales en albergues y otros recursos destinados a los inmigrantes que continuan llegando a Chicago provenientes de la frontera sur del país.
Con una votación de 34 contra 13, los concejales respaldaron la propuesta del alcalde Brandon Johnson de aprovechar el superávit presupuestario que tiene la ciudad y utilizar en atender a los inmigrantes $51 millones procedentes de fondos excedentes, que sólo alcanzarían hasta el 30 de junio.
Sin embargo, la sesión del último día de mayo fue interrumpida en varias ocasiones debido al público asistente que protestaba a gritos en contra de la medida, reclamando el gasto de ese dinero en los residentes de la ciudad, en particular en las comunidades afroestadunidenses, y no en los extranjeros.
En tanto, los partidarios de la propuesta insistían en el argumento de mantener la imagen de ciudad acogedora que tiene Chicago ofreciendo el apoyo requerido a los solicitantes de asilo, algunos de los cuales han estado durmiendo y co- miendo en los pisos de las estaciones de policía.
Los concejales que votaron a favor de la financiación de los inmigrantes intentaron validar la inconformidad de los residentes afros, quienes gritaban desde la galería rechazando la propuesta debido a que sus comunidades continúan enfrentando los efectos de décadas de abandono.
La Concejal Jeanette Taylor (Dto. 20) expresó: “Si mi voto a favor te molesta, entonces que así sea…, porque las personas heridas no lastiman a las personas”, recibiendo de los integrantes de la multitud la acusación a gritos de “¡traidora!”.
Por su parte, el concejal David Moore (Dto.17) antes de emitir su voto en contra dijo:
“Si hay suficiente dinero para todos, entonces aprobemos una ordenanza en la que veamos suficiente”. Criticó el enfoque de la ciudad a la crisis migratoria y reite- ró su defensa a gastar el dinero en los residentes.
La nueva concejal Jessie Fuentes (Dto. 26) consideró que la apasionada protesta de residentes era producto de un “trauma histórico y generacional, por décadas, siglos, de desinversión en nuestras comunidades negras”. “Lo que estamos escuchando es dolor, un dolor que tenemos la obligación moral de resolver”.
Mientras que el concejal Mike Rodríguez
(Dto. 22) relató el caso de una mujer migrante embarazada que dormía con su hijo de 3 años en el piso de la estación policial de Ogden. “Ninguno de nosotros puede decir en este momento que cree que eso es justicia”, agregó.
El alcalde Brandon Johnson aseguró que la ciudad hará “todo lo que esté a su alcance para apoyar a estos recién llegados mientras trabajan para reconstruir sus vidas en
Estados Unidos”, pero recordó que se carece de dinero y espacio para ayudar a cerca de 10,000 inmigrantes recibidos desde agosto pasado.
En la semana anterior, tres concejales utilizaron una maniobra parlamentaria para posponer la votación final, Anthony Beale (Dto. 9), Ray López (Dto. 15) y Anthony Napolitano (Dto. 41), en un intento fallido por bloquear la asignación de los fondos y obligar a buscar otro enfoque al apoyo a los solicitantes de asilo.
Más de 4,400 inmigrantes viven actualmente en 11 refugios temporales administrados por la ciudad y centros de descanso, que incluyen antiguos hoteles y casas de campo del parque. Otros 610 esperan alojamiento durmiendo en los vestíbulos de las estaciones de policía, según datos del municipio.
Redacción El Chicago Hispano