Bienvenidos a la libertad

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 Cuando escuché que, por fin, Illinois regresa a la normalidad tuve la sensación de estar saliendo de una guerra cuyo origen aún sigue siendo una asignatura pendiente.

 Porque la pandemia que irrumpió en nuestras vidas quedará en la historia como una terrible guerra invisible que arrebató la vida a 3.75 millones de personas en todo el mundo y enfermó a otras 178 millones.

  Solo en Estados Unidos, el Covid-19  ha contagiado a 174 millones de personas y ha dado muerte a 578 mil, unas 25,400 en Illinois.

  En una señal de que entramos a una nueva normalidad, las autoridades anunciaron que Chicago e Illinois entraron en la fase este 11 de junio que significa recuperar la libertad perdida por más de un año.

   De modo que ya no existen limitaciones en el tamaño de las reuniones y la mayoría de las actividades públicas.

   Al decir del gobernador J.B. Pritzker,  “regresamos a la vida que conocíamos antes de la pandemia, a eventos, reuniones y una economía completamente, reabierta, con algunas de las pautas de seguridad que hemos adoptado todavía en su lugar».

   Sin embargo, eso no quiere decir que tiremos las máscaras a la basura. Estos “nasobucos” continúan siendo necesarios para todos, incluidas las personas vacunadas, en el transporte público, en el aeropuerto, en las escuelas, los hospitales y otros entornos congregados. 

   El estado ahora está ajustando las pautas para el uso de máscaras al aire libre en las escuelas, eliminando el requisito en la mayoría de las situaciones y al mismo tiempo recomienda que las personas no vacunadas usen máscaras y se mantengan socialmente distanciadas en lugares concurridos dentro y fuera.

   Por otro lado,  las empresas y los municipios pueden seguir aplicando normas más estrictas y también recomiendan que los negocios y lugares que tienen áreas concurridas o largas filas mantengan prácticas de distanciamiento social.

  Asimismo, las personas que no están completamente vacunadas deben seguir usando máscaras y manteniendo una distancia de 6 pies cuando estén en el interior.

 El regreso a la libertad también significa que se puede regresar a grandes reuniones de todos los tamaños, incluidas fiestas, festivales, bodas, lugares de culto, conferencias y eventos deportivos.

  Pero también advierten que si hay un resurgimiento de Covid-19 y las hospitalizaciones aumentan y la capacidad de camas de la UCI se convierte en un problema, el estado analizará la situación y considerará la necesidad de volver a la fase puente.

   En otra palabras, disfrute la libertad, pero tome precaución. El monstruo que nos ha castigado sin piedad por tanto tiempo no está muerto. Sigue viviendo entre nosotros.

 

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