Después de dos años y un par de accidentes mortales, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos autorizó al Boeing 737 Max regresar a los cielos, debido a que el avión obtuvo la aprobación en un proceso exhaustivo y metódico de revisión que duró 20 meses, informó la FAA.
Detalló que el jefe de la Administración Federal de Aviación Stephen Dickson firmó el miércoles 18 de noviembre la orden que anula la suspensión de la nave. Las aerolíneas estadounidenses podrán volar el Max una vez que Boeing actualice el software crítico y las computadoras en cada avión y los pilotos reciban capacitación en simuladores de vuelo.
No obstante, la FAA aseguró que por el momento inspeccionará cada nuevo Max antes de dejar volar los aviones. Además, algunos países de la Unión Europea también tendrán que levantar sus avisos de puesta a tierra. Los reguladores de Canadá y China todavía están haciendo sus propias revisiones.
Los reguladores de todo el mundo dejaron en tierra el Max en marzo de 2019, luego del accidente de un avión de Ethiopian Airlines, menos de cinco meses después de que otro Max volado por Lion Air de Indonesia se hundiera en el mar de Java. Un total de 346 pasajeros y miembros de la tripulación de ambos aviones murieron.
La autorización para que el Max regrese a volar ocurre cuando las ventas de aviones nuevos de Boeing se han desplomado debido a la crisis del 737 Max y la pandemia de coronavirus, que mantiene asustados a los viajeros, lo que limita la capacidad de la compañía para reaparecer, destacan agencias periodísticas en sus reportes sobre la noticia.
Los pedidos de más de 1,000 aviones Max, con un precio individual de $99 millones a $135 millones, se cancelaron o eliminaron de la cartera de Boeing este año. Mientras que en Estados Unidos los viajes aéreos han descendido en aproximadamente un 65% con respecto al año anterior.
American es la única aerolínea estadounidense que ha incluido el Max en su horario hasta ahora, comenzando con un viaje de ida y vuelta diario entre Nueva York y Miami a partir del 29 de diciembre. United espera comenzar a usar el avión a principios del próximo año, mientras que Southwest dijo que sus aviones Max no volarán antes del segundo trimestre de 2021.
Casi 400 aviones Max estaban en servicio en todo el mundo cuando fueron puestos a tierra, y Boeing ha construido y almacenado alrededor de 450 más desde entonces. Todos deben someterse a un mantenimiento antes de poder volar, y los pilotos también requieren cumplir un entrenamiento en simulador.
La FAA realizó la investigación sobre las fallas del avión en cooperación con reguladores de seguridad aérea de todo el mundo. En el proceso hubo audiencias del Congreso sobre los accidentes, que generaron críticas al departamento estadounidense por una supervisión laxa y a Boeing por apresurarse a implementar un nuevo sistema de software que anteponía las ganancias a la seguridad.
Los investigadores se centraron en el software anti-bloqueo que Boeing había diseñado para contrarrestar la tendencia del avión a inclinarse hacia arriba debido al tamaño y la ubicación de los motores. Las fallas encontradas definieron que en los dos aviones estrellados la acción del software impidió a los pilotos recuperar el control de las naves.
La compañía cambió el software, que ahora requiere entradas de dos sensores para activarlo, y los reguladores finalmente lo aprobaron. Dickson aseguró que los cambios de diseño y entrenamiento de pilotos requeridos por la FAA “hacen imposible que los aviones tengan el mismo tipo de accidente que mató a 346 personas”.