Illinois permitirá la licencia y certificación de parteras bajo una legislación promulgada por el gobernador J.B. Pritzker el 14 de diciembre pasado, con la que se espera salvar vidas al facilitar una opción de atención antes, durante y después del parto.
La ley que entrará en vigencia en octubre próximo autoriza la partería como una profesión y la suma a las opciones de salud reproductiva. Las parteras deberán obtener y mantener una certificación profesional válida del Registro de Parteras de América del Norte.
También requerirán completar un programa acreditado de educación post secundaria en partería para cumplir los estándares y criterios que la ley establece para cualquier persona que busque obtener una licencia como profesional certificado en la materia.
A la fecha, la partería requiere de un título en enfermería después de cursar estudios avanzados o completar ciertos requisitos de práctica clínicas para obtener el reconocimiento como enfermera partera certificada.
Estas profesionistas ofrecen a las mujeres atención médica primaria, incluidos exámenes ginecológicos, parto y cuidado prenatal y post natal, de acuerdo con el Colegio Estadounidense de Enfermeras Parteras.
La nueva legislación permite que parteras sin un título de enfermería sean legalmente reconocidas por el estado después de un proceso de licencia. Quienes realizan partos fuera de hospital pero carecen de educación, pueden obtener su licencia con al menos tres años de experiencia y otras certificaciones.
Pritzker destacó la aportación que significa en la prevención de muertes relacionadas con el embarazo, en casos como una futura madre con afección preexistente o una mujer que busca atención culturalmente informada, “necesidades y procedimientos personales que requieren de opciones”.
La representante demócrata de Chicago Mary Flowers, patrocinadora de la legislación, mencionó que durante más de dos décadas se mantuvo en proceso la concesión de licencias a las parteras, esenciales en la atención médica de embarazos.
De acuerdo con un estudio del Departamento de Salud Pública del estado, de 2008 a 2017 un promedio de 75 mujeres de Illinois murieron durante el embarazo o dentro de un año de embarazo cada año a causa de una afección, registrando en 2017 el número más alto, de 103 muertes.
