Redacción El Chicago Hispano
Más de 4500 personas fallecieron ahogadas cada año entre 2020 y 2022, 500 más cada año en comparación con 2019, de acuerdo con un estudio de Signos Vitales, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Según dio a conocer la página web oficial de los CDC, expertos de esta institución «analizaron las muertes por ahogamiento, las destrezas para nadar autorreportadas, la participación en clases de natación, y la exposición y el acceso a lugares de recreación acuática para este nuevo informe», el que además «explora cómo un mayor acceso a capacitación básica en natación y destrezas de seguridad en el agua puede salvar vidas».
Debra Houry, funcionaria médica principal de los CDC, dijo haber «visto directamente los efectos del ahogamiento: familias forzadas a decirle adiós a un ser querido demasiado pronto”, por eso, subrayó, «los expertos de los CDC en la prevención de ahogamientos recolectaron datos de alta calidad sobre el ahogamiento para entender mejor cómo podemos proteger a las personas en comunidades de todo Estados Unidos».
A juzgar por los resultados del estudio, los mayores aumentos en las muertes por ahogamiento se registraron en niños de uno a cuatro años de edad y adultos de 65 años o más de todas las razas y los grupos étnicos, así como en personas de raza negra de todas las edades. La investigación constató, asimismo, que el ahogamiento es la causa número uno de deceso entre los niños ubicados en esa franja de edad.
Paralelamente, descubrió que, por raza y grupo étnico, las tasas de ahogamiento más altas estuvieron entre las personas indígenas o nativas de Alaska no hispanas y las personas de raza negra no hispanas.
El estudio de los CDC igualmente resaltó la importancia de hacer accesibles las clases de natación para salvar vidas. En este sentido, remarcó el hecho de que «casi 40 millones de adultos (15.4 %) en Estados Unidos no saben nadar y más de la mitad (54.7 %) nunca han tomado una clase de natación».