El Chicago Hispano
El servicio 911 implementará en Chicago a partir de este otoño un programa piloto de atención de salud mental.
El municipio informó que por primera vez en la ciudad algunas llamadas al 911 para atender comportamientos riesgosos no se responderán por agentes de la policía, sino por profesionales de la salud mental junto con paramédicos.
El plan piloto forma parte de una respuesta alternativa para abordar ciertas emergencias con un enfoque en la salud pública, el cual tiene su origen en la incorporación, hace ya varios años, de capacitación de los agentes para intervención en crisis, indicó en un comunicado.
El programa, llamado Respuesta y Participación de Asistencia en Crisis, tiene un costo de 3.5 millones de dólares e incluirá dos ambulancias, cada una con un oficial de policía capacitado en intervención en emergencias, un paramédico y un médico de salud mental.
Además, dos equipos, en North Side y South Side, que responderá las 24 horas en 13 vecindarios con alto número de llamadas de salud mental: Uptown, North Center, Lake View, Humboldt Park, West y East Garfield Park, West Englewood , West Elsdon, Chicago Lawn, West Lawn, Gage Park, Auburn Gresham y Chatham.
Médicos de salud mental estarán en el centro 911 para responder algunas llamadas telefónicas, lo que elimina la necesidad de que la policía intervenga. En tanto, los paramédicos dirigirán a las personas con problemas de salud conductual a tres centros de entrega en cada extremo de Chicago.
La ciudad ya opera una parada alternativa en Roseland, llamada Community Triage Center en 200 E. 115th St. Otros dos sitios se abrirán más tarde, las 24 horas del día, en los lados norte y oeste, que servirán de lugares de paso para las personas, como una alternativa al llamar al 911.
En los casos que se atiendan se prevé alejar a pacientes de salud mental de hospitales y la cárcel, transportarlos al centro correspondiente, ayudar a estabilizarlos, y conectarlos con recursos de seguimiento.
Datos de la policía de Chicago indican que en 2019 los agentes respondieron a 41,000 llamadas de este tipo.
El propósito central es brindar a las personas en crisis la ayuda necesaria en lugar de someterlas a custodia policial. Este tipo de programas están creciendo a nivel país, y en algunos casos se capacita solo a los policías, mientras que en otros, como en Chicago, se suman profesionales de salud mental.