CHICAGO. – Este 6 de octubre, el alcalde Brandon Johnson firmó la orden ejecutiva denominada “Zona Libre de ICE”, que establece mecanismos claros para prohibir que los agentes federales de inmigración utilicen propiedades pertenecientes a la ciudad en sus operaciones en curso dentro de Chicago. La medida amplía la iniciativa “Protegiendo Chicago” del alcalde Johnson, invitando a empresas locales y organizaciones comunitarias a sumarse al esfuerzo conjunto para salvaguardar a las comunidades, al tiempo que se implementan acciones para frenar el comportamiento irresponsable de los agentes federales de inmigración.
“No toleraremos que los agentes del ICE violen los derechos constitucionales de nuestros residentes ni permitiremos que el gobierno federal ignore nuestra autoridad local”, declaró el alcalde Johnson. “Los agentes del ICE están deteniendo a funcionarios electos, lanzando gas lacrimógeno contra manifestantes, niños y policías de Chicago, y abusando de los residentes. No permitiremos eso en nuestra ciudad. Con esta orden ejecutiva, Chicago reafirma su compromiso de proteger los derechos constitucionales de nuestros residentes y comunidades inmigrantes, y de defender nuestra democracia”.
La más reciente orden ejecutiva de la serie Protegiendo Chicago surge tras la documentación del uso de estacionamientos de escuelas públicas y de un lote municipal en Harrison y Kedzie como centros logísticos para operaciones federales de inmigración, lo cual constituye una violación a la Ordenanza de Ciudad Acogedora de Chicago. El uso de recursos municipales para estas acciones erosiona la confianza entre las comunidades inmigrantes y el gobierno local, debilitando las relaciones esenciales para garantizar la seguridad y una vigilancia policial constitucional.
Bajo el liderazgo del alcalde Johnson, la ciudad está tomando medidas rápidas y decisivas para evitar estas transgresiones y ejercer su autoridad municipal en defensa de la seguridad, la dignidad y los derechos humanos de todos los habitantes de Chicago, sin distinción de raza, religión, estatus migratorio o nacionalidad.
Por orden del alcalde, los departamentos y agencias municipales deberán identificar todos los espacios que hayan sido o puedan ser utilizados para operaciones federales de inmigración. Posteriormente, los trabajadores municipales deberán colocar señalizaciones visibles con el siguiente texto:
“Esta propiedad es de propiedad y/o está bajo control de la Ciudad de Chicago.
No puede ser utilizada para la aplicación de leyes migratorias civiles, incluyendo su uso como:
- Área de preparación
- Centro de procesamiento
- Base de operaciones.”
Los departamentos y agencias municipales deberán implementar esta orden en un plazo máximo de cinco días. Esto podrá incluir, entre otras medidas, la instalación de barreras físicas —como portones con llave— para restringir el acceso a propiedades de la ciudad con fines de aplicación de leyes migratorias federales.
La medida también instruye a los empleados municipales a reportar de inmediato cualquier intento de uso de propiedades de la ciudad para operaciones migratorias. Todo incidente deberá notificarse a la Oficina del Alcalde y al Asesor Jurídico de la ciudad.
Esta directiva representa el esfuerzo más reciente liderado por la administración de Johnson para proteger los derechos constitucionales de todos los habitantes de Chicago, en concordancia con la iniciativa Protegiendo Chicago. Bajo su liderazgo, la ciudad está tomando medidas proactivas para mantener la confianza entre las comunidades inmigrantes y las fuerzas del orden locales, garantizando que cada residente pueda sentirse seguro al acceder a los servicios públicos.
En incidentes ampliamente difundidos, agentes federales han sido grabados usando gas lacrimógeno frente a una escuela pública, actuando fuera de su jurisdicción mientras sometían a un residente con una llave de estrangulamiento, y esposando a un miembro en funciones del Concejo Municipal de Chicago.
Ante la continua violación de los derechos constitucionales de los residentes y las operaciones de los agentes federales diseñadas para infundir miedo en los vecindarios de la ciudad, el alcalde Johnson está tomando medidas firmes para proteger a la comunidad inmigrante y los derechos fundamentales de todos los habitantes de Chicago.
La orden ejecutiva también promueve una mayor participación comunitaria en la iniciativa Protegiendo Chicago. La Oficina del Alcalde diseñará y distribuirá gratuitamente señalizaciones oficiales para que propietarios y arrendatarios las coloquen en sus propiedades. Dichos avisos establecerán claramente que ningún agente federal de inmigración puede ingresar con fines de aplicación de leyes migratorias civiles ni utilizar el espacio como área de preparación, centro de procesamiento o base de operaciones.
Además, la ciudad distribuirá materiales informativos sobre “Conozca Sus Derechos”, que explicarán los derechos de empleados, inquilinos y personal de seguridad cuando sean abordados por agentes federales que busquen acceder a una propiedad.
Esta orden no prohíbe el uso legítimo de propiedades municipales para propósitos ajenos a la aplicación de leyes migratorias federales.
Más información sobre la iniciativa Protegiendo Chicago está disponible en chicago.gov/protect. La versión firmada de la orden ejecutiva será publicada en el sitio web de la Secretaría Municipal.
