Esta historia apareció por primera vez en FactCheck.org.
By Jessica McDonald
Compendio SciCheck
La estrella del pop Justin Bieber anunció que padece el síndrome de Ramsay Hunt, una forma de parálisis facial causada por una reactivación del virus que causa la varicela. En las redes sociales se ha afirmado que su dolencia fue causada por la vacuna contra el COVID-19, pero no hay un vínculo establecido entre la vacunación y el síndrome. Algunas publicaciones también han afirmado sin fundamento que la vacunación fue la causa de un accidente cerebrovascular que sufrió la esposa de Bieber, Hailey.
Historia completa
El cantante pop canadiense Justin Bieber anunció a sus fans el 10 de junio que cancelaría algunos de sus próximos conciertos porque padece el síndrome de Ramsay Hunt, un inusual trastorno neurológico que provoca parálisis facial.
“Obviamente, como probablemente pueden ver en mi cara, tengo un síndrome llamado síndrome de Ramsay Hunt, y se debe a este virus que ataca el nervio de mi oído y mis nervios faciales y me ha provocado una parálisis en la cara”, dijo en un video publicado en Instagram, en el que aparecía sin poder mover el lado derecho de su cara.
El síndrome de Ramsay Hunt es causado por el virus de la varicela-zóster, el mismo que causa la varicela. Al igual que el herpes zóster, el síndrome de Ramsay Hunt se produce cuando el virus, que permanece latente en las neuronas tras una infección por varicela, se reactiva, concretamente en las neuronas del nervio facial. Esto puede causar parálisis facial, así como un sarpullido en la oreja y otros problemas auditivos o en el oído.
“El síndrome Ramsay Hunt es un herpes zóster del oído”, nos dijo el Dr. Joseph R. Berger, neurólogo en la Universidad de Pensilvania.
Aunque Bieber no mencionó las vacunas contra el COVID-19, y ni siquiera ha compartido públicamente si está vacunado, en internet pronto comenzó a sugerirse o darse por hecho que su afección fue causada por una vacuna contra el COVID-19.
“La parálisis de la cara de Justin Bieber es un efecto secundario de la sustancia”, dice una publicación en las redes refiriéndose a las vacunas, acompañada de un emoji de cien puntos.
Otras publicaciones incluyeron a la esposa de Bieber para afirmar infundadamente que sus problemas recientes de salud también fueron causados por la vacunación. La modelo Hailey Bieber sufrió un ataque isquémico transitorio, o “mini accidente cerebrovascular” en marzo, debido en parte a un defecto cardíaco con el que nació.
“Hailey Bieber tuvo un coágulo de sangre en el cerebro. Justin Bieber ahora tiene el síndrome de Ramsey Hunt”, dice una publicación en Instagram, que luego agrega el emoji de una jeringuilla y afirma que ambas afecciones “se han relacionado” con la vacunación contra el COVID-19. “Los medios de comunicación piensan que somos estúpidos, pero todo el mundo lo sabe”, añade utilizando los hashtags #esobvio y #tratamosdeadvertirte.
No hay pruebas convincentes de que ninguna de las afecciones de los Bieber tengan que ver con la vacunación contra el COVID-19. Como hemos dicho, el síndrome de Ramsay Hunt es causado por el virus de la varicela-zóster. Dado que las vacunas contra el COVID-19 no infectan a personas con ese virus, las vacunas contra el COVID-19 no pueden ser las causantes definitivas del síndrome de Ramsay Hunt.
Existen dudas sobre si las vacunas contra el COVID-19 podrían desencadenar la reactivación del virus en personas que han tenido la varicela previamente. Pero por el momento es una especulación, ya que los estudios no han detectado de forma determinante una asociación entre las vacunas y un mayor riesgo de padecer este tipo de afecciones.
En cuanto a Hailey, no hay pruebas de que la vacuna contra el COVID-19 haya desempeñado un papel en su coágulo sanguíneo, que viajó hasta el cerebro a través de un orificio congénito en su corazón, y que sus médicos atribuyen a otros factores de riesgo.
FactCheck.org no ha podido encontrar ninguna instancia en que cualquiera de los Bieber hayan declarado públicamente que se han vacunado. Le escribimos al representante de Justin, Scooter Braun, y a la discográfica de Justin, pero no obtuvimos respuesta. Sin embargo, la pareja asistió a la gala del Met en septiembre de 2021, que requería la vacunación completa. Al menos algunos de los conciertos de Justin también han requerido que los asistentes estén vacunados. Por lo tanto, aunque es probable que ambos se hayan vacunado, no es seguro, y no sabemos cuándo, ni cuántas dosis podrían haber recibido.
El síndrome de Ramsay Hunt
Para apoyar sus declaraciones sobre Bieber, varias publicaciones en las redes citan informes de casos de personas que desarrollaron Ramsay Hunt tras vacunarse contra el COVID-19. Esto incluye el caso de un hombre de 37 años en Hong Kong que desarrolló síntomas dos días después de recibir su primera dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech, y el de una mujer de 78 años en España que tuvo dolor de oído y otros síntomas tres días después de recibir la misma vacuna.
Otros estudios han informado sobre un pequeño número de personas que han tenido reactivaciones del virus de la varicela-zóster (VZV, por sus siglas en inglés) tras vacunarse, incluido un grupo de 10 pacientes con enfermedades reumáticas en Taiwán.
Pero los informes de casos no prueban nada.
“Es totalmente especulativo mirar el informe de un solo caso y tratar de establecer una causalidad o incluso una relación”, nos dijo la Dra. Maria Nagel, neuróloga y neuroviróloga que estudia el VZV en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado. Decir que existe una conexión sería “como si unas cuantas personas notificaran que se han golpeado un dedo del pie después de vacunarse y concluyéramos que la vacuna provoca dedos del pie golpeados”.
“Si alguien se ha vacunado y luego ha contraído Ramsay Hunt, lo que habría que hacer es demostrar no solo una relación temporal, sino el hecho de que se produce en una proporción mayor en esa población que en la población en general”, dijo Berger. “No se puede utilizar una anécdota como estadística”.
Los resultados de estudios epidemiológicos más amplios sobre la vacunación contra el COVID-19 y las reactivaciones del herpes zóster o el VZV han sido contradictorios. Unos pocos, incluido un análisis de datos de una organización médica de Israel, han identificado una conexión, pero otros no.
Estadísticas de los sistemas de vigilancia para monitorear la seguridad en los Estados Unidos no apuntan a una conexión.
“Los CDC no han detectado tendencias inusuales o imprevistas del síndrome de Ramsay Hunt tras la vacunación que indiquen que las vacunas contra el COVID-19 están causando o contribuyendo a esta afección”, nos dijo un portavoz de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. en un correo electrónico. “La evidencia en este momento no apoya una asociación causal entre las vacunas contra el COVID-19 y el desarrollo del síndrome de Ramsay Hunt o el herpes zóster (culebrilla). La supervisión de la seguridad de estos resultados está en curso”.
“Las pruebas son bastante escasas”, dijo Berger, añadiendo que era “escéptico” de que hubiera una “asociación significativa” entre las vacunas y el Ramsay Hunt.
Las pruebas disponibles tampoco apoyan una conexión entre la vacunación contra el COVID-19 y la parálisis de Bell, una forma de parálisis facial más común y menos grave que la de Ramsey Hunt que a veces se cree se debe a la reactivación del VZV, aunque con más frecuencia se piensa que se debe a la reactivación del virus del herpes simple. En los ensayos de las dos vacunas de ARNm contra el COVID-19, hubo algunas personas más que desarrollaron parálisis de Bell en los grupos vacunados frente a los de los placebos, pero la frecuencia fue similar a la que cabría esperar en la población general. El seguimiento posterior no ha detectado problemas de seguridad.
Dado que la posible relación entre la vacunación contra el COVID-19 y la reactivación del VZV ha sido inconclusa en estudios a gran escala, además de la falta de dicha señal de alerta en los EE. UU., la aseveración de que existe una relación o de que la vacuna es responsable de la afección de Bieber carece de validez.
Incluso si las vacunas aumentan el riesgo de reactivación del VZV en una persona, probablemente el riesgo sería bajo y no significaría que los riesgos de la vacuna superasen los beneficios, al contrario de lo que se dice en las publicaciones que intentan utilizar el caso de Bieber para argumentar en contra de las vacunas. De hecho, muchos de los estudios publicados que proponen una posible relación con el Ramsay Hunt o el herpes zóster tienen cuidado de señalar esto.
Factores desencadenantes del síndrome de Ramsay Hunt
No se conoce del todo la causa de las reactivaciones del VZV, como ocurre en el herpes zóster y el síndrome de Ramsay Hunt, pero se cree que principalmente es el resultado de la incapacidad del sistema inmunitario de controlar el virus.
Las personas mayores y las que tienen el sistema inmunitario debilitado corren mayor riesgo, y los medicamentos, las infecciones y el estrés son posibles desencadenantes.
Pero a veces no hay una causa evidente.
“También lo vemos en individuos que por lo demás están perfectamente sanos inmunológicamente, que son jóvenes”, dijo Berger sobre el herpes zóster. “Simplemente es una de esas cosas que pueden ocurrir sin que haya un factor desencadenante conocido o una buena explicación”.
Nagel dijo que si viera a un paciente joven, como Bieber, de 28 años, con el síndrome de Ramsay Hunt, primero le preguntaría cuándo tuvo varicela de niño.
“Si un niño tiene cuatro años de edad o menos, no tiene buena memoria inmunológica. Y esos niños tienden a reactivar el virus a una edad más temprana”, dijo. “Pueden contraer la culebrilla, también conocida como herpes zóster, a los 12 años o en sus veinte”.
Nagel dijo que también que le preguntaría sobre infecciones recientes y otras dolencias o medicamentos que debilitan el sistema inmunitario.
En particular, Bieber tuvo un caso leve de COVID-19 a mediados de febrero.
Múltiples informes de casos han sugerido que el COVID-19 aumenta el riesgo de reactivación del VZV, pero al igual que los informes de casos de eventos posteriores a la vacunación, estos informes no significan nada por sí mismos. Un amplio estudio descubrió que entre los adultos mayores de 50 años, los que habían tenido COVID-19 tenían un 15% más de probabilidades de desarrollar herpes zóster que los que no habían estado enfermos por el coronavirus. Pero otro estudio amplio, el israelí que encontró una asociación entre la vacuna de Pfizer/BioNTech y el herpes zóster, no detectó un mayor riesgo de herpes zóster con el COVID-19.
Berger, que dijo que suele ver un par de casos de Ramsay Hunt al año, señaló que no ha visto un aumento de casos durante la pandemia o con el despliegue de las vacunas.
Independientemente de la causa, si alguien experimenta parálisis facial u otros síntomas de Ramsay Hunt, Berger y Nagel dijeron que se debe buscar atención médica lo antes posible.
“Cuanto más tiempo se espera, más probable es que haya un daño permanente en el nervio”, dijo Berger. El Ramsay Hunt suele tratarse con medicamentos antivirales y esteroides para reducir la inflamación, añadió, y aproximadamente la mitad de los pacientes se recuperan por completo, pero pueden pasar meses.
Prevención del síndrome de Ramsay Hunt
Existen vacunas contra la varicela y el herpes zóster que pueden reducir el riesgo de infección o reactivación del VZV y, por lo tanto, disminuir el riesgo de padecer el síndrome de Ramsay Hunt.
La vacuna contra la varicela es una vacuna de dos dosis elaborada con el virus de la varicela-zóster debilitado, o atenuado, que tiene una eficacia de alrededor de un 90% en prevenir la enfermedad. Aunque algunas personas vacunadas desarrollan herpes zóster más adelante, los CDC afirman que esto es “mucho menos frecuente después de la vacunación que después de padecer la varicela”.
La vacuna contra la varicela se utilizó por primera vez en los EE. UU. en 1995 como una vacuna de dosis única. Bieber, que es canadiense, probablemente nunca fue vacunado, ya que la vacuna no se autorizó allí hasta 1998 y no formó parte de los programas de inmunización infantil habituales hasta después del año 2000, cuando tenía 6 años.
Las personas mayores de 50 años y los adultos inmunodeprimidos mayores de 19 años pueden recibir la vacuna contra el herpes zóster, que previene la culebrilla y un dolor prolongado del nervio llamado neuralgia posherpética debido al herpes. La vacuna, conocida por su nombre comercial Shingrix, es una vacuna de dos dosis que no contiene virus vivos y tiene una eficacia de un 85% o mayor en personas sanas, dependiendo de la edad.
Afirmación infundada sobre Hailey Bieber
Además del síndrome de Ramsay Hunt de Justin, en las redes sociales se ha culpado, sin pruebas, a las vacunas contra el COVID-19 por el ataque isquémico transitorio (AIT) de Hailey Bieber.
Como hemos informado, solo una de las vacunas autorizadas por la FDA, la de Johnson & Johnson, ha sido relacionada con coágulos sanguíneos, pero se trata de un problema muy puntual y poco frecuente conocido como síndrome de trombosis con trombocitopenia, o STT. En esta afección, que se ha producido en unos 4 casos por cada millón de dosis de vacunas administradas, se producen coágulos sanguíneos y niveles bajos de plaquetas.
Sin embargo, la descripción de Hailey de su caso clínico no indica que sufriera un STT, ni hay pruebas de que fuera vacunada con la vacuna de Johnson & Johnson.
En un video de YouTube del 27 de abril, Hailey describió su experiencia con todo detalle, sin mencionar en ningún momento la vacuna contra el COVID-19 y, de hecho, dando otras razones por las que los médicos sospechan que tenía un coágulo de sangre en el cerebro.
Según su testimonio, los médicos atribuyeron el coágulo a una “combinación perfecta” de tres factores.
“Uno de ellos fue que acababa de empezar a tomar píldoras anticonceptivas, que nunca debería haber tomado porque sufro de migrañas y sencillamente no hablé con mi médico de ello”, dijo.
“Lo segundo fue que recientemente tuve COVID, y eso fue algo que pensaron que fue un factor contribuyente”, continuó. “Y la tercera cosa fue que recientemente viajé en un vuelo muy largo, había volado a París y regresado en muy poco tiempo, y dormí durante todo el vuelo de ida y vuelta, no me levanté ni me moví, nunca pensé en usar calcetines de compresión”.
Los médicos de Hailey también descubrieron que tenía una apertura natural entre las dos cámaras del corazón, llamada Persistencia del agujero oval, con la que había nacido y que probablemente había permitido que el coágulo se desplazara al cerebro y causara el derrame. Posteriormente, fue operada para cerrar el orificio.
No se sabe con certeza cuándo tuvo COVID-19, pero numerosos estudios han demostrado recientemente que hay un mayor riesgo de coagulación y problemas cardiovasculares tras la infección por el coronavirus.
El Dr. Adam Cuker, hematólogo experto en coágulos sanguíneos en Penn Medicine, nos dijo que el caso de Hailey no despierta ninguna preocupación sobre las vacunas.
“Parece que desarrolló una TVP y luego se desprendió un fragmento, se desplazó a través del agujero de su corazón y llegó al cerebro”, dijo refiriéndose a la trombosis venosa profunda, el término técnico para un coágulo de sangre. “Este proceso se llama embolia paradójica”.
Según Cuker, si hubiera tenido una STT como consecuencia de la vacuna de J&J, sus plaquetas habrían sido bajas, algo que piensa es muy probable que hubieran revisado, y los anticuerpos contra el factor 4 plaquetario también estarían elevados. Bieber no menciona ninguna de las dos cosas, pero en su video sí dice que mientras estuvo en el hospital sus médicos le hicieron muchas pruebas, incluyendo “análisis de sangre para ver si tenía un trastorno de la coagulación”.
“Es mucho más probable que desarrollara una variedad de TVP común debido a los factores de riesgo de la anticoncepción hormonal, viajes de larga distancia y, posiblemente, el COVID reciente”, dijo. “Aquí no hay nada que sugiera una relación entre este evento y la vacunación”.
Traducido por Elena de la Cruz.
Nota del editor: El Proyecto de Vacunación/COVID-19 de SciCheck es posible gracias a una beca de la Robert Wood Johnson Foundation. La fundación no tiene control alguno sobre las decisiones editoriales de FactCheck.org, y los puntos de vista expresados en nuestros artículos no reflejan necesariamente el punto de vista de la fundación. El objetivo del proyecto es aumentar el acceso a información precisa sobre el COVID-19 y las vacunas, y reducir el impacto de información errónea.