El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, anunció una nueva fase para enfrentar la crisis migratoria que vive la ciudad, pues los solicitantes de asilo podrán estar 60 días en refugios administrados por la ciudad.
“Estamos imponiendo algunas restricciones y algunos límites y parámetros. Pero el objetivo final es garantizar que las familias sean tratadas con dignidad”, comentó el alcalde.
Johnson dio pocos detalles sobre esta nueva fase que afectará a miles de inmigrantes que viven en 25 refugios, que se han establecido en toda la ciudad para albergar a los recién llegados.
“Estamos implementando un límite escalonado de estadía en los refugios de 60 días, combinado con una sólida gestión de casos y acceso a la fuerza laboral para que los recién llegados, a través de nuestro sistema, alcancen la autosuficiencia y la estabilidad económica”, aseguró.
También, informó que la ciudad comenzaría a citar y multar a las compañías de autobuses que eluden los toques de queda, las ubicaciones de las zonas de aterrizaje y las reglas de dejar a los inmigrantes en Chicago, debido a que en los últimos meses han llegado durante la noche y sin previo aviso.
“Nadie será expulsado si puede demostrar progresos en la búsqueda de vivienda permanente”, aseguraron funcionarios de la ciudad al explicar dicha medida que tiene el propósito de acelerar el reasentamiento de los recién llegados.
La subjefa de gabinete de Johnson, Cristina Pacione-Zayas, dijo que con la ayuda de los nuevos programas estatales, los inmigrantes recibirán una gestión integral de casos y apoyo adicional, a partir de su elegibilidad para obtener autorización de trabajo, estatus de protección temporal y otros beneficios.
¿En qué consiste la nueva fase?
Desde el viernes 17 de noviembre, los solicitantes de asilo que se alojan en refugios administrados por la ciudad comenzaron a recibir avisos para dejar los refugios, después de 60 días. Si pasado ese tiempo no encuentran vivienda estable, tienen la opción de buscar resguardo con amigos o familiares en Chicago.
En caso de que estén obligados a salir de los refugios, pero no tengan a dónde ir, tendrán la opción de reiniciar el proceso de permiso de regreso a los refugios temporales en un centro de admisión de la ciudad, o solicitar ayuda del municipio para viajar a otros lugares de Estados Unidos.
Los inmigrantes que ingresaron a los refugios el pasado viernes tendrán que salir a mediados de enero, según la oficina del alcalde. Sin embargo, se harán excepciones en caso de “crisis médicas o climas extremadamente fríos”.
Los inmigrantes que ya se encuentran en refugios de la ciudad, la regla de los 60 días no se aplicará de inmediato y tendrán un poco más de tiempo antes de ser expulsados. No obstante, todos ellos tendrán que irse a principios de abril, según la norma.
La salida para los solicitantes de asilo que están en refugios temporales, se hará de acuerdo al tiempo que tienen alojados.
Los funcionarios de la ciudad informaron que se espera que llegue antes un programa de permisos de trabajo por parte del gobierno federal. Y, agregaron, que el programa estatal de asistencia para el alquiler, ya no se ofrecerá a nadie que ingrese a los refugios.
Tiempo de salida
Los inmigrantes que llegaron el año pasado tendrán que salir a mediados de enero, mientras que los que están en la ciudad desde principios de 2023, así como también las personas que arribaron en agosto y el viernes 17 de noviembre, tendrán que salir a principios de abril.
Flavia Rodríguez / El Chicago Hispano